Ruta Romana

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Aragón conserva numerosas huellas de su pasado romano que son muestra de la enorme influencia de esta cultura en nuestro territorio. Gracias a estos restos, repartidos de Norte a Sur y de Este a Oeste a lo largo de toda la geografía aragonesa, hoy en día sabemos cómo eran las ciudades, los poblados, las villas, algunos tipos concretos de monumentos funerarios o las impresionantes obras de ingeniería, sobre todo hidráulica, en la que los romanos fueron auténticos maestros.

Aragón conserva numerosas huellas de su pasado romano que son muestra de la enorme influencia de esta cultura en nuestro territorio. Gracias a estos restos, repartidos de Norte a Sur y de Este a Oeste a lo largo de toda la geografía aragonesa, hoy en día sabemos cómo eran las ciudades, los poblados, las villas, algunos tipos concretos de monumentos funerarios o las impresionantes obras de ingeniería, sobre todo hidráulica, en la que los romanos fueron auténticos maestros.

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Tramos

Norte de Aragón

En la zona Norte de la Comunidad Autónoma se localizan varios yacimientos de época romana. La actual Comarca de las Cinco Villas estuvo fuertemente romanizada y poblada por ricas familias dedicadas a la producción y comercio agrícola del cereal. Cerca de Sádaba pueden verse los restos del Mausoleo de la Sinagoga y del Mausoleo de los Atilios, también conocido como Altar de los Moros.

No muy lejos, en el término municipal de Uncastillo, se encuentran los restos de una de las ciudades residenciales más importantes de la zona: Los Bañales, donde se conservan partes del foro, del templo, de las termas, así como 32 imponentes pilares de un acueducto.

En la Provincia de Huesca destaca el Yacimiento de Labitolosa en la Puebla de Castro, donde pueden visitarse los restos de la Curia y las termas de la ciudad hispanorromana. Otros materiales hallados en Labitolosa se encuentran en el Museo de Huesca, que alberga además en su sección de Arqueología piezas encontradas en otros yacimientos de la provincia.

Valle medio del Ebro

El Valle Medio del Ebro y los territorios aledaños destacan por la abundancia de asentamientos de época romana que allí se conservan. Tras el proceso de romanización de la zona, las autoridades deciden mantener su presencia en estas tierras ricas en recursos naturales y con enormes posibilidades de explotación económica.

En la zona más occidental, que hoy comprende las comarcas de Tarazona y el Moncayo y Campo de Borja, se localizaban las ciudades de Turiaso (Tarazona), Bursau (Borja) y la conocida en la actualidad como El Convento (Mallén), cuyos restos arquitectónicos, escultóricos o cerámicos denotan la importancia de estos asentamientos en época romana.
La actual ciudad de Zaragoza fue fundada en el año 14 a.C. por Augusto como Caesaraugusta y se erigió como capital del convento jurídico del mismo nombre. Se conserva parte de la trama urbana de la ciudad romana así como sus murallas. Los restos de los edificios más significativos de la ciudad se conservan en los distintos museos arqueológicos: Museo del Foro, Museo del Puerto Fluvial, Museo de las Termas Públicas y Museo del Teatro Romano. Además, en la sección de Arqueología del Museo de Zaragoza pueden verse materiales hallados en los yacimientos romanos de la provincia.

La zona oriental del Valle Medio del Ebro destaca por los valiosos y heterogéneos yacimientos de época romana. Siguiendo el curso del río Ebro, tras dejar Zaragoza, nos encontramos con el Yacimiento de La Corona (Fuentes de Ebro), un pequeño asentamiento republicano abandonado en la segunda mitad del siglo I a.C. En Velilla de Ebro se localiza la Colonia Celsa, principal ciudad Valle Medio del Ebro antes de la fundación de Caesaraugusta y que cuenta con un centro monográfico sobre el yacimiento. Otro de los yacimientos que cuenta con un centro de interpretación es el de Cabezo de Alcalá (Azaila, Teruel), ciudad ibero-romana arrasada durante las Guerras Sertorianas. En la Comarca de Bajo Aragón-Caspe se localizan dos de los monumentos funerarios más relevantes de la Comunidad Autónoma: el Mausoleo de Miralpeix en Caspe y el Mausoleo de Fabara.

En la parte más oriental de la zona, en la localidad de Fraga (Huesca), se encuentra la conocida como Villa Fortunatus, que perteneció a una rica familia romana y de la que se conservan unos magníficos restos arquitectónicos, destacando sus pavimentos de mosaico.

Sur de Zaragoza y Campo de Belchite

En esta zona se localizan restos romanos de gran calidad. Al Sur de la Comarca de Zaragoza, en Botorrita, se halla el Yacimiento de Cabezo de las Minas, enclave en el que se asentó el núcleo celtíbero y romano de Contrebia Belaisca, que llegó a ser un importante centro administrativo y territorial.

En la Comarca de Campo de Belchite se sitúa la villa bajoimperial de La Malena (Azuara) donde fueron hallados magníficos mosaicos que en la actualidad se explican en el Centro de Interpretación de la villa romana de La Malena. Cerca de esta localidad encontramos una de las obras hidráulicas más importantes y mejor conservadas de la Hispania romana: la presa de Almonacid de la Cuba que regulaba el cauce del río Aguasvivas, destinando agua al regadío de la zona.

Comarca de Calatayud

En la Comarca de Calatayud de encuentran dos de los yacimientos más sobresalientes de Aragón. A unos kilómetros de Calatayud se levantan los imponentes restos de la ciudad de Bílbilis, entre los que destacan el foro, el teatro, las termas y varias casas como la de Ninfeo o la de la Fortuna. El Centro de Interpretación de Bílbilis explica la historia de la ciudad y sus monumentos y algunos de los restos encontrados en el yacimiento se muestran en el nuevo Museo de Calatayud.

En el Cerro del Villar, próximo a Monreal de Ariza, se situaba la ciudad celtíbera Arcóbriga, romanizada en época tardoimperial de la que se conservan, entre otros restos, las termas y el templo.

Provincia de Teruel

En la Provincia de Teruel se hallan diseminados varios ejemplos de arquitectura e ingeniería romanas. Destacan en número las obras de ingeniería hidráulica: sobre el cauce del río Pancrudo se sitúa el Puente de Entrambasaguas (Luco de Jiloca), que formaba parte de la calzada que unía Caesaraugusta (Zaragoza) con Castrelo (Cazorla) junto con el puente romano de Calamocha, éste último sobre el río Jiloca. Entre las localidades de Albarracín y Cella se halla el acueducto que trasladaba agua a esta zona desde el río Guadalaviar, que data del siglo I y que en la actualidad está en parte acondicionado para su visita.

Dos de los yacimientos principales de la provincia son  La Caridad (Caminreal) y el Cabezo de la Guardia (Alcorisa). Ambos con un origen indígena, tienen gran importancia para conocer el proceso de romanización en la zona. La ciudad de La Caridad responde a modelos urbanísticos romanos, mientras que en el Cabezo de La Guardia han sido hallados restos de unas termas que podrían pertenecer a una villa rústica romana.

Además, el Museo de Teruel acoge entre sus colecciones un gran número de piezas procedentes de diferentes yacimientos arqueológicos de época romana en la provincia.

Patrimonio cultural en la ruta