Ruinas romanas, Arcóbriga
El Cerro del Villar se sitúa a pocos kilómetros de la localidad de Monreal de Ariza (Zaragoza). El cerro conserva los restos de una ciudad celtibera romanizada denominada Arcóbriga, nombre que se atribuye al culto celta al oso. Está fechada entre el siglo I a.C. y el III d.C. Su romanización se produjo en época tardoimperial. Su decadencia se produce en el siglo III d.C, tras la crisis general del imperio romano.
Aunque el periodo celtibero todavía aporta dudas, se le atribuyen restos de posibles santuarios y actividades relacionadas con el metal. La ciudad romana se identifica por las fuentes como ciudad dependiente de Caesaraugusta en la vía romana entre Mérida y Zaragoza.
De Arcóbriga se conserva su sistema defensivo constituido por dos anillos de muralla sobre dos mesetas concéntricas del cerro. En la parte más alta se construyó la acrópolis defendida también por un muro.
En la primera meseta, se dispusieron las viviendas en el anillo superior, en torno a una red de caminos empedrados. Los restos más importantes pertenecen a la llamada Casa del Pretorio, porticada y con una escalinata, de la que se extrajeron numerosos restos como capiteles, estucos y pinturas.
Atravesando el segundo anillo de murallas se penetra en la segunda meseta, donde se encuentran los edificios públicos de la ciudad ya romanizada: las termas y el templo. El espacio destinado a las instalaciones termales ocupa una superficie de 700 metros cuadrados, la mitad de los cuales están ocupados por el edificio propiamente dicho, quedando el resto al aire libre. Dentro de la construcción se pueden identificar varias de sus dependencias: en primer lugar, se encuentra el vestuario (apodytherium), en cuyas paredes todavía se aprecian los restos de las taquillas. Desde aquí se puede pasar a una sala con agua caliente (caldarium) o a una pequeña piscina de agua fría (frigidarium) con sus correspondientes escaleras de ingreso; desde la sala de agua caliente accede a otra gran habitación (tepidarium), en la se mantiene una temperatura superior a la ambiental; debajo de estas dos dependencias se dispone el sistema de calefacción (hypocaustum).
El templo es una construcción rectangular, dividido en dos estancias, con un altar dedicado a Mercurio. Se encuentra encajado en la ladera del cerro. En la parte sur del cerro, en la hondonada existente entre la acrópolis y la «meseta de los edificios públicos», se erigió también un teatro y una basílica de dos naves separadas por columnas, de las que se conservan las bases.
Es impreciso el momento final del yacimiento, así como su inicio. Para la primera circunstancia, el hecho de que la muralla fuera destruida por balas de catapultas evidencia un asedio violento, a cuyo fenómeno hay que unir gruesos niveles de cenizas que se localizó en diversos puntos de la ciudad. En lo alusivo a la fundación de la misma, falta el análisis de los niveles inferiores, si hubo, y parece, por el momento, remontarse a la primera mitad del siglo I d.C.
Historia
- Protohistoria - Antigüedad
- Hierro II
- Ibérico Tardío - Tardo republicano
- Ciudad
- Ibérico
Excavación arqueológica. Siglo XX
Declaración. Siglo XX, XXI
Restauración. Siglo XXI
Bibliografía relacionada
El Cerro del Villar se sitúa a pocos kilómetros de la localidad de Monreal de Ariza (Zaragoza). El cerro conserva los restos de una ciudad celtibera romanizada denominada Arcóbriga, nombre que se atribuye al culto celta al oso. Está fechada entre el siglo I a.C. y el III d.C. Su romanización se produjo en época tardoimperial. Su decadencia se produce en el siglo III d.C, tras la crisis general del imperio romano.
Aunque el periodo celtibero todavía aporta dudas, se le atribuyen restos de posibles santuarios y actividades relacionadas con el metal. La ciudad romana se identifica por las fuentes como ciudad dependiente de Caesaraugusta en la vía romana entre Mérida y Zaragoza.
De Arcóbriga se conserva su sistema defensivo constituido por dos anillos de muralla sobre dos mesetas concéntricas del cerro. En la parte más alta se construyó la acrópolis defendida también por un muro.
En la primera meseta, se dispusieron las viviendas en el anillo superior, en torno a una red de caminos empedrados. Los restos más importantes pertenecen a la llamada Casa del Pretorio, porticada y con una escalinata, de la que se extrajeron numerosos restos como capiteles, estucos y pinturas.
Atravesando el segundo anillo de murallas se penetra en la segunda meseta, donde se encuentran los edificios públicos de la ciudad ya romanizada: las termas y el templo. El espacio destinado a las instalaciones termales ocupa una superficie de 700 metros cuadrados, la mitad de los cuales están ocupados por el edificio propiamente dicho, quedando el resto al aire libre. Dentro de la construcción se pueden identificar varias de sus dependencias: en primer lugar, se encuentra el vestuario (apodytherium), en cuyas paredes todavía se aprecian los restos de las taquillas. Desde aquí se puede pasar a una sala con agua caliente (caldarium) o a una pequeña piscina de agua fría (frigidarium) con sus correspondientes escaleras de ingreso; desde la sala de agua caliente accede a otra gran habitación (tepidarium), en la se mantiene una temperatura superior a la ambiental; debajo de estas dos dependencias se dispone el sistema de calefacción (hypocaustum).
El templo es una construcción rectangular, dividido en dos estancias, con un altar dedicado a Mercurio. Se encuentra encajado en la ladera del cerro. En la parte sur del cerro, en la hondonada existente entre la acrópolis y la «meseta de los edificios públicos», se erigió también un teatro y una basílica de dos naves separadas por columnas, de las que se conservan las bases.
Es impreciso el momento final del yacimiento, así como su inicio. Para la primera circunstancia, el hecho de que la muralla fuera destruida por balas de catapultas evidencia un asedio violento, a cuyo fenómeno hay que unir gruesos niveles de cenizas que se localizó en diversos puntos de la ciudad. En lo alusivo a la fundación de la misma, falta el análisis de los niveles inferiores, si hubo, y parece, por el momento, remontarse a la primera mitad del siglo I d.C.
Historia
- Protohistoria - Antigüedad
- Hierro II
- Ibérico Tardío - Tardo republicano
- Ciudad
- Ibérico