Cabeza de Augusto- Museo de Zaragoza

Retrato del emperador Augusto en sardónice indio, en la línea del tipo de Prima Porta, confeccionado a comienzos del reinado de Trajano, sobre un retrato anterior de Domiciano, fechado en la etapa final de su vida. El lugar de elaboración debió ser probablemente Roma. Probablemente formó parte de un busto de metal precioso o pórfido rojo, ya que la zona inferior del cuello se dejó en forma de cuña. El cabello mantiene paralelos con el tipo III de Domiciano. Observamos el tipo de flequillo augusteo y un potente geometrismo. El nacimiento del pelo en el cuello mantiene una distribución simétrica a partir del centro; éste se forma desde un nudo de rizos. La parte superior del peinado está distribuida de forma radial desde su arranque a partir de una zona no trabajada. Rostro cuadrangular de pómulos salientes. Frente matizada por dos surcos horizontales, con dos arrugas en el entrecejo formando una protuberancia. Predomina el tono marrón, con degradaciones del mismo hacia la zona del cuello y parte izquierda del rostro. Se observan las huellas de la abrasión en toda la superficie ya que se pulió toda la superficie.

La renovación de la salud del emperador a través de la carnerola de Tarazona, representando a Augusto y con ello la «Salus generi humani», toma especial sentido en una época en la que el propio Trajano se presenta como «divinitus constitutus princeps», heredero de la dinastía del divino Augusto, cuya salud fue recuperada en el balneario turiasonense.