El escritor Fernando Savater clausuró el ciclo de conferencias «Los dioses cautivos. Mitología en el Museo del Prado»

El escritor Fernando Savater ha sido el encargado de clausurar el ciclo de conferencias «Los dioses cautivos. Mitología en el Museo del Prado», organizado por la Fundación de Amigos del Museo del Prado y la Fundación Goya en Aragón. Una intensa programación que se ha celebrado durante dos meses en el Museo de Zaragoza. En esta ocasión la conferencia versó sobre el Averno, la denominación del infierno en la mitología. «El Averno, la casa de todos», fue el epígrafe elegido por el escritor.

«No soy profesor de arte pero la mitología me interesa. A la hora de abordar esta conferencia pensé inmediatamente cómo cuando era pequeño acudía al Museo del Prado para buscar ¿cosillas’ en el cuadro del Jardín de Las Delicias del Bosco» aseguró Savater. Además, comentó su interés por el infierno «un lugar con mucha simbología y evolución». «El Averno ha pasado de una esfera donde van a parar los muertos hasta convertirse en un lugar de castigo», apuntó Savater. Por ello, el escritor defendió que «todos tenemos más interés por visitar el infierno que por conocer el azucarado cielo». «El cielo, de alguna manera, es la anulación del tiempo. Nadie te dice cómo vas a pasar este tiempo de contemplación; deja sorprendido que uno pueda estar entretenido solo contemplando», añadió Savater. Por el contrario, el escritor defendió que en el infierno se entiende muy bien que el tiempo se te hace insoportable. «Por lo menos no te aburres; es más entretenido», argumentó Savater.

Fernando Savater
Nació en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1947. Estudió Filosofía y Letras, especialidad Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, donde se doctoró con una tesis sobre Émile Michel Cioran. Trabajó como profesor ayudante de Historia de la Filosofía en las facultades de Ciencias Políticas y de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, de donde fue apartado de la docencia en 1971 por razones políticas. Más tarde fue profesor adjunto de Ética y Sociología en la UNED y desde 1980 ocupa la plaza de Ética en la Universidad del País Vasco en San Sebastián. En 1984 obtuvo la cátedra de ética en la UPV. Desde comienzos de los años 90 es catedrático de Filosofía en la Complutense de Madrid, dónde se jubiló en octubre de 2008.

Su inquietud por las letras y la filosofía se manifestó desde temprana edad, y revolucionó el panorama de la filosofía en Europa cuando publicó en 1972 dos ensayos: «Nihilismo y acción» y «La filosofía tachada». Con influencias de Nietzsche y Cioran, replantea las metodologías de la reflexión en distintos ámbitos, a través de su actividad periodística, teórica, pedagógica y literaria.

Ha escrito más de cincuenta obras, entre ensayos filosóficos, políticos y literarios, narraciones y obras de teatro. Sus textos más conocidos pertenecen a la divulgación filosófica para jóvenes:» Ética para Amador», «Política para Amador», «Las preguntas de la vida», todas ellas traducidas a más de veinte idiomas. Colaborador y escritor habitual del periódico «El País» desde su fundación, es codirector junto a Javier Pradera de la revista «Claves para la Razón Práctica».

Ha recibido los premios: Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí 2010; Planeta 2008 con «La hermandad de la buena suerte»; Concordia Fernando Abril Martorell, 2000; Ortega y Gasset de periodismo, 2000; Sajarov para la Libertad de Conciencia, para el movimiento ¡Basta Ya!, 2000; Euskadi de Plata 1999 por «Las preguntas de la vida». También, Continente de Periodismo, 1999; de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, 1998; Francisco Cerecedo de periodismo, 1997; finalista del Premio Planeta 1993 con «El jardín de las dudas»; Premio Injuve de Medios de Comunicación, 1990; Pablo Iglesias, 1989, sección de Ciencias Sociales; Nacional de Ensayo en 1982 con «La tarea del héroe»; Anagrama de ensayo por «Invitación a la ética», 1982; Mundo de Ensayo por «Panfleto contra todo», 1978, entre otros.