Comienzan las obras en la cubierta del Salón de Obispos del Palacio Episcopal de Tarazona

Tras la colocación del andamiaje el pasado mes de agosto, comienzan ahora definitivamente las obras de rehabilitación que sustituirán por completo la cubierta del Salón de Obispos del Palacio Episcopal de Tarazona. Con un presupuesto cercano a los 300.000 euros, la Fundación Tarazona Monumental impulsa una actuación vital para preservar las obras pictóricas de esta zona más antigua del Palacio, así como para mejorar la estructura de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad turiasonense.

El plazo estimado de la actuación es de unos cuatro meses, por lo que está previsto que la cubierta, el artesonado y los aleros luzcan su nueva cara para final de año. «Solucionado el tema del nido y del cigoñino, que nos mantuvo a la espera varios meses, ahora sí que la rehabilitación está completamente en marcha. Era vital comenzar cuanto antes, ya que las obras permitirán conservar, sobre todo, el Salón de Obispos, aislando las pinturas y el alfarje de humedades y corrientes de agua», explica la gerente en funciones de la Fundación Tarazona Monumental, Lola Zueco.

Con la restauración se evitará también cualquier tipo de problema de asentamiento en el edificio, ya que se va a reducir considerablemente el peso de la cubierta. «El Palacio se liberará estructuralmente y ganará en solidez, evitando la aparición de más grietas. Además, vamos a aprovechar para tapar y reparar los deterioros de la fachada que da a la Rúa Alta de Bécquer, que aunque no son graves, son muy aparatosos», comenta Zueco.

Continúan las visitas

A pesar de las obras de mejora, el Palacio Episcopal puede seguir visitándose normalmente en las rutas guiadas que la Fundación Tarazona Monumental organiza todos los fines de semana y que incluyen el Salón de Obispos y otras estancias como novedad. «Cualquier turista o turiasonense que participe en esta actividad, tendrá la oportunidad de admirar también la sacristía, la capilla del obispo y la galería de arquillos, con unas vistas espectaculares de Tarazona y el Queiles y un fabuloso alfarje mudéjar», detalla la gerente en funciones de la Fundación.