Yacimiento Piquete de la Atalaya

El yacimiento conocido como Piquete de la Atalaya es un importante conjunto arqueológico de cultura celtibérica y romana republicana. Está situado en el término municipal de Azuara, junto al río Cámaras, en dos grandes montículos de gran valor estratégico con fuertes acantilados hacia el río y separados por un barranco por donde discurre la carretera de Azuara a Moyuela.

Las primeras noticias sobre este lugar fueron dadas en 1972, a partir de materiales de superficie. También hay que mencionar los trabajos referidos a los tesorillos monetales allí aparecidos. A partir de este momento se suceden los estudios sobre el yacimiento, destacando el referido a la identificación de sus restos con la ciudad celtibérica de Beligiom.

Los restos aparecidos en superficie, además de los escasos vestigios de estructuras urbanas, indican la presencia de un área arqueológica de gran extensión, identificada como una ciudad.

Aunque se desconocen los orígenes exactos de la ciudad, posiblemente situados a fines del siglo III o comienzos del II a.C., el esplendor de la misma debió producirse entre los siglos II y I a.C., momento de su máxima expansión político-económica y urbana. En este sentido hay que destacar la aparición de todo un barrio bajo, situado al pie de los cerros y extendiéndose hasta el río. Las catas arqueológicas realizadas han aportado, no sólo esta expansión urbanística hacia el llano, sino también parte del urbanismo y modelos domésticos de la propia ciudad de Beligiom. Se apreciaban distintos restos constructivos, como balsetas, almacenes, vasares, silos y muros correspondientes a un área industrial y doméstica.

En esta zona se han documentado varias casas adosadas por sus muros medianiles con una altura conservada de más de dos metros. Dichas casas tienen una planta con tendencia rectangular alargada, con anchuras que van entre los tres y cuatro metros, muros con basamentos de tres o cuatro hiladas de piedra y el resto en adobe o tapial. Una de estas casas está muy bien conservada; cuenta con suelo de tierra apisonada y banco corrido, con vasar cerámico en el que se recuperó parte de un interesante ajuar doméstico, compuesto por una serie de piezas cerámicas entre las que hay que destacar un kalathos con decoración geométrica, vegetal y zoomorfa en la que aparecen ciervos, lobos, buitres, palomas y una liebre que sigue modelos presentes en la ciudad de Azaila.

Una de las piezas más importantes halladas en este lugar es un casco de bronce del siglo I a.C. perteneciente a la cultura romana. Presenta la forma de un casquete casi hemisférico, con una visera posterior en forma de media luna, que actúa de guardanucas. La aparición de este casco, así como la abundancia de proyectiles de honda confeccionados en plomo, demuestran la relación de estas piezas en el final violento de la ciudad celtibérica de Beligiom, durante las Guerras Sertorianas en el primer tercio del siglo I a.C.

El yacimiento ha sido objeto de numerosas excavaciones clandestinas que han causado un daño irreparable en el conjunto.