Yacimiento de Los Castellazos

El yacimiento de Los Castellazos se localiza en las proximidades de Mediana de Aragón, sobre un cerro alargado que domina la ribera del río Ginel. En su cronología se distinguen dos fases: la más antigua corresponde a un poblado y su necrópolis de la Primera Edad del Hierro, entre los siglos VII y VI a.C., y la más reciente a un asentamiento ibérico que coincide con el proceso de romanización de esta área del Valle del Ebro y que dataría entre el siglo II a.C. y mediados del siglo I a.C.

Destaca el sistema defensivo de la ciuda, uno de los más complejos de la zona. Está compuesto por una torre de vigilancia, dos cintas de muralla en las laderas Norte y Sur y varias líneas de foso en diferentes puntos.

Del primer poblado han aparecido estructuras y materiales cerámicos en la torre de vigilancia ubicada en la zona más alta del cerro. Esta torre fue un punto de control del territorio circundante del poblado de la Primera Edad del Hierro y su uso se prolongó en épocas posteriores. De notable importancia es también la necrópolis situada en la zona Suroeste del cerro y bajo las viviendas ibéricas. Se descubrió en el lugar una tumba de incineración en la que se encontraron restos de una cremación y un ajuar funerario.

El poblado de época ibérica se desarrolló entre finales del Ibérico Pleno y el Ibérico Tardío. Han sido hallados restos de viviendas en la zona más alta del cerro y en la ladera. Se trata de estructuras de planta rectangular con muros de mampuestos de yeso dispuestos en hiladas irregulares y recrecidas en altura con adobes.

Este asentamiento de Los Castellazos sería uno de los de mayor amplitud de la zona por lo que podría haber sido un núcleo a partir del cual el territorio fue ordenado tanto en su fase más antigua como en época ibérica.