Torre de la derruida Iglesia de San Pedro

Pertenece a la antigua iglesia románica de San Pedro del siglo XII, después colegiata, y que fue derribada por su estado ruinoso en el siglo XIX, de la que aún conserva algún resto adosado a su frente septentrional. Otras torres de la zona del Sieso se inspirarán en ella. 

La torre está construida en sillar y es de planta cuadrada. En los muros se pueden observar todavía las marcas originales, en forma de flecha y de T, de los canteros que trabajaron en su construcción. En el exterior se distinguen tres cuerpos divididos por dos impostas. Los cuerpos superiores cumplen la función de campanario y se abren, a cada lado unos grandes ventanales dobles con arcos torados sobre columnas lisas con capiteles sin decorar. Los ventanales superiores se decoran en el muro por una moldura ajedrezada que recorre todos los semicírculos. Esta moldura es característica del románico jaqués. Se cubre con bóveda esquifada. El  cuerpo inferior aloja una capilla cubierta con bóveda de cañón rebajada y decorada con pinturas murales fechadas en 1567, que incluyen la representación de un calvario en el muro occidental y casetones en la bóveda.

El acceso se realiza por una puerta en alto abierta en el frente meridional.
En su interior se dispone una cámara decorada en origen con pinturas murales que representaban el Calvario de Cristo, de las que solo se conservan partes de la figura de Cristo y San Juan. Sobre ellas se observa la inscripción: «DEINDE DICIT DISCIPVLO ECE…» y la fecha 1567, fecha de la realización de estas pinturas.

Actualmente está rodeada por construcciones doméstico-agrícolas, usándose la planta baja como bodega. Fue declarada Monumento Arquitectónico-Artístico el 14 de julio de 1924 y actualmente es Bien de interés cultural.