Torre de Arcusa

El lugar de Arcusa aparace citado por vez primera en 1087 y formó en su día parte del sistema defensivo del Alto Sobrarbe, protegiendo la cabecera del valle del río Susía. Su castillo debió de construirse hacia 1050. En 1137 Ramiro II concedió posesiones en la villa a García Sanz de Arcusa y en 1295 era de propiedad de la Corona. En 1325  «Archusa» y Castellazo,  pertenecían a Pedro de Ayerbe. Varios ejercieron el señorío, Berenguer de Cortiles en 1394, Rodrigo de Rebolledo  en 1460, Guillén de Palafox… En 1610 pertenecía a la Baronía de Monclús perdurando en ella hasta el siglo XVII.

Su castillo se sitúa a unos quinientos metros del casco urbano, sobre una loma, siendo difícil dar su perímetro exacto, ya que se ha roturado la finca particular en la que se encuentra, aunque se conserva en buen estado la torre residencial del siglo XI.

La torre es de planta pentagonal de tres plantas y de considerable altura con obra de mampostería con paredones de una anchura superior a un metro, recubiertos por pequeños sillares, siendo los de las esquinas de mayor calidad.

Su superficie mide unos veinte metros cuadrados. Ha perdido parte de sus caras, así como la puerta de ingreso situada en alto, y abierta en arco de medio punto. La planta baja sería almacén o bodegas y hoy está cubierta hasta el primer piso por los cascotes caídos de las paredes, por lo que resulta difícil adivinar su estructura. La planta superior pudo ser una terraza almenada pero en la actualidad no conserva el remate.