Tabla del Calvario
Tabla policromada al temple perteneciente a un retablo procedente de la ermita de San Miguel de Tamarite de Litera. Originalmente cumpliría la función de ático o coronación de un retablo de notables dimensiones, a juzgar por las de esta tabla, que sólo conserva parte del arco conopial y la crestería en madera dorada que la enmarcaban.
Contiene una sencilla representación del Calvario o Crucifixión, formada por la figura central de Cristo crucificado, flanqueado por la Virgen María y San Juan Evangelista, ambos sentados. De la figura de Cristo llama la atención la estilización de su cuerpo herido, la humanidad de su rostro y la delicadeza del paño de pureza que porta, casi transparente. Por otro lado, de las figuras de su Madre y San Juan destacan la calidad de la ejecución de sus ropajes, con amplios pliegues y vivo colorido, y la expresividad de sus miradas.
El fondo lo constituye un bellísimo paisaje con la imagen de una ciudad amuralla en su parte central, que representa a Jerusalén. Las nubes del cielo y la vegetación que salpica el suave terreno en el que asienta la ciudad completan este evocador paisaje, muy propio de la mano del pintor ribagorzano Pedro García de Benabarre, quien pudo realizar esta pintura en la segunda mitad del siglo XV.
Historia
Siglo XV
Siglo XX
Es propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón tal y como recoge el Razonamiento Jurídico Cuarto, punto 39, del Decreto de la Congregación para los Obispos de 8 de septiembre de 2005.
Declaración. Siglo XXI, 2011
Siglo XXI, 2021
Bibliografía relacionada
Tabla policromada al temple perteneciente a un retablo procedente de la ermita de San Miguel de Tamarite de Litera. Originalmente cumpliría la función de ático o coronación de un retablo de notables dimensiones, a juzgar por las de esta tabla, que sólo conserva parte del arco conopial y la crestería en madera dorada que la enmarcaban.
Contiene una sencilla representación del Calvario o Crucifixión, formada por la figura central de Cristo crucificado, flanqueado por la Virgen María y San Juan Evangelista, ambos sentados. De la figura de Cristo llama la atención la estilización de su cuerpo herido, la humanidad de su rostro y la delicadeza del paño de pureza que porta, casi transparente. Por otro lado, de las figuras de su Madre y San Juan destacan la calidad de la ejecución de sus ropajes, con amplios pliegues y vivo colorido, y la expresividad de sus miradas.
El fondo lo constituye un bellísimo paisaje con la imagen de una ciudad amuralla en su parte central, que representa a Jerusalén. Las nubes del cielo y la vegetación que salpica el suave terreno en el que asienta la ciudad completan este evocador paisaje, muy propio de la mano del pintor ribagorzano Pedro García de Benabarre, quien pudo realizar esta pintura en la segunda mitad del siglo XV.
Historia
Siglo XV
Siglo XX
Es propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón tal y como recoge el Razonamiento Jurídico Cuarto, punto 39, del Decreto de la Congregación para los Obispos de 8 de septiembre de 2005.