Tabla de San Blas de Algayón
Tabla de madera policromada al temple perteneciente a un desaparecido retablo de la iglesia parroquial de Algayón.
La obra, que ha sido restaurada, presenta en la actualidad una mazonería neogótica que fue añadida a principios del siglo XX. En origen constituía la tabla central del citado retablo dedicado a San Blas, obispo de Sebaste. De este modo, aparece el titular vestido de pontifical con mitra, guantes y anillos, sentando sobre un trono de madera y portando un rastrillo como símbolo de su martirio. A ambos lados del trono se disponen dos diáconos, de los cuales el de su izquierda sostiene un báculo y el de su derecha un libro abierto por el Salmo 110. Los tres personajes se caracterizan por unos rostros muy expresivos, de rasgos marcados y mirada desafi ante.
El fondo aparece decorado con finos motivos vegetales realizados en estuco dorado, que confieren una gran riqueza a la escena, al igual que los estofados utilizados para conseguir el aspecto brocado de las angulosas prendas que viste el santo. Toda la tabla está magnífi camente ejecutada y dotada de un sentido monumental, muy propio del periodo final del estilo gótico internacional, en el que ya es patente la influencia de la pintura del norte de Europa.
Respecto a su autoría, la mayoría de los investigadores coinciden en atribuirla a Jaume Ferrer II, pintor leridano que pudo realizarla en torno a 1450, aunque otros se inclinan por un pintor del círculo de Jaume Huguet.
Historia
Siglo XV
Siglo XX
La tabla de San Blas se colocó, pasada la Guerra Civil, en la capilla de la iglesia de San Lorenzo de Lérida en la que se encuentra hoy. Ramón Borràs Vilaplana construyó entonces la mazonería de formas neogóticas que rodea la tabla.
Restauración. Siglo XX, 1984
Declaración. Siglo XXI, 2011
Siglo XXI, 2021
Bibliografía relacionada
Tabla de madera policromada al temple perteneciente a un desaparecido retablo de la iglesia parroquial de Algayón.
La obra, que ha sido restaurada, presenta en la actualidad una mazonería neogótica que fue añadida a principios del siglo XX. En origen constituía la tabla central del citado retablo dedicado a San Blas, obispo de Sebaste. De este modo, aparece el titular vestido de pontifical con mitra, guantes y anillos, sentando sobre un trono de madera y portando un rastrillo como símbolo de su martirio. A ambos lados del trono se disponen dos diáconos, de los cuales el de su izquierda sostiene un báculo y el de su derecha un libro abierto por el Salmo 110. Los tres personajes se caracterizan por unos rostros muy expresivos, de rasgos marcados y mirada desafi ante.
El fondo aparece decorado con finos motivos vegetales realizados en estuco dorado, que confieren una gran riqueza a la escena, al igual que los estofados utilizados para conseguir el aspecto brocado de las angulosas prendas que viste el santo. Toda la tabla está magnífi camente ejecutada y dotada de un sentido monumental, muy propio del periodo final del estilo gótico internacional, en el que ya es patente la influencia de la pintura del norte de Europa.
Respecto a su autoría, la mayoría de los investigadores coinciden en atribuirla a Jaume Ferrer II, pintor leridano que pudo realizarla en torno a 1450, aunque otros se inclinan por un pintor del círculo de Jaume Huguet.
Historia
Siglo XV
Siglo XX
La tabla de San Blas se colocó, pasada la Guerra Civil, en la capilla de la iglesia de San Lorenzo de Lérida en la que se encuentra hoy. Ramón Borràs Vilaplana construyó entonces la mazonería de formas neogóticas que rodea la tabla.