Santa y Real Hermandad del Refugio

Situado en la Calle de Crespo de Agüero, en el vértice de una manzana compartida con el Colegio Joaquín Costa, se encuentra el edificio que alberga la sede de la Santa y Real Hermandad de Nuestra Señora del Refugio y Piedad. El edificio  fue proyectado en 1929 por el arquitecto Regino Borobio Ojeda, uno de los representantes del primer racionalismo español, e inaugurado en 1932. La sede de la Hermandad del Refugio tiene un complejo programa funcional, ya que comprende servicios para transeúntes y niños de familias sin recursos, capilla, residencia de las Hijas de la Caridad de S. Vicente de Paúl y la propia sede de la Hermandad.

La volumetría del edificio se adapta magistralmente a la geometría del solar, configurando un edificio equilibrado, que utiliza el chaflán como eje de simetría. La construcción se organiza siguiendo un esquema de «manzana cerrada», en el que las estancias se disponen a lo largo de las alas simétricas volcadas a las fachadas exteriores y unidas en la parte posterior por un ala ligeramente curvada que libera un pequeño patio junto a la medianería. El interior se reserva para los usos comunes y patios abiertos, cuya sección escalonada garantiza la iluminación y ventilación de todas las estancias.

La fachada exterior hacia la vía pública se resuelve mediante una composición unitaria que parte del chaflán y se extiende a lo largo de los dos alzados laterales. La forma curva de las esquinas del chaflán enfatiza la continuidad y plasticidad de la composición.

El conjunto destaca por su aspecto austero y desornamentado, acorde con el carácter de la institución benéfica que representa. Su funcionalidad, volumetría, composición y el tratamiento de sus fachadas anuncian una modernidad propia del racionalismo. Además cuenta con el valor añadido de acoger a una de las entidades benéficas más antiguas y queridas de Zaragoza, que desde su fundación en el siglo XVII sigue desarrollando una importante labor asistencial.