Patio de la Infanta
Contacto
976 971 926De lunes a viernes, de 9 a 14 y de 17 a 21 h. Sábados, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos, de 11 a 14 h.
Acceso
Horario
De lunes a viernes, de 9 a 14 y de 17 a 21 h. Sábados, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos, de 11 a 14 h.
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El Patio de la Infanta se localiza dentro de la Sede Central de Ibercaja, en Zaragoza, tras ser comprado y restaurado por esta entidad. Está considerado una joya del arte renacentista aragonés y modelo de patios de otros importantes palacios de la época. Perteneció a la Casa del mercader Gabriel Zaporta, del siglo XVI, situada en la calle San Jorge y derruida en el año 1903 tras un gran incendio. A partir del siglo XIX este patio se conocerá con el nombre de Patio de la infanta en honor a Mª Teresa de Vallabriga, esposa del infante Don Luis de Borbón, hermano del rey Carlos III, y su inquilina en el destierro durante los últimos años del siglo XVIII y hasta 1820.
Su estructura sigue el modelo de palacio aragonés desarrollado en la región durante el Renacimiento. El patio posee dos pisos, una planta baja adintelada y el piso superior que presenta una galería sustentada por columnas de alabastro y abierta por arcos de medio punto. Los dos pisos se rematan por un alero de madera.
La decoración de este patio es singular y muy simbólica, claro reflejo de la cultura humanista de su propietario. Se distinguen todo tipo de motivos platerescos en relieve, realizados en yeso: grifos, amorcillos, medallones, bustos de personajes
El Patio encierra tres lecturas iconográficas:
La primera de ellas la encontramos en el antepecho del primer piso y representa a los hombre que han regido el mundo, entre los que destaca sin duda Carlos V, al que se dedica un medallón con su imagen, fácilmente reconocible por llevar en la coraza el águila imperial y por estar grabado en la espada su nombre en latín «Carolus». Junto a él, emperadores de la antigüedad y otros reyes de su época le acompañan acrecentando su prestigio. Y en las esquinas, relieves que representan seis de los trabajos de Hércules además de las Tres Gracias y las alegorías del Amor y de la Ocasión simbolizan las ideas de Religión, Imperio, Prosperidad y Filosofía Neoplatónica, presentes en la Política Imperial de Carlos V.
La segunda lectura iconográfica del Patio se encuentra en el friso esculpido bajo los relieves. En él encontramos 28 medallones enfrentados, decoración típicamente renacentista. Son en realidad doce parejas que se miran, parejas de amantes que se supone serían reconocibles en un origen pero que por la falta de documentación no lo son en estos momentos. El objetivo de los mismos sería realzar el honor y el beneficio del matrimonio. Entre los medallones se observan putti, amorcillos y ninfas con instrumentos musicales cabalgando en grifos, centauros, felinos o monstruos y jugando con pájaros y leones, creando entre todos un ambiente festivo y feliz.
La última lectura es quizá la más importante, o por lo menos la más curiosa sin duda. Está presente en las columnas que soportan el Patio, las cuales, como si se tratara de una representación teatral, plasman el horóscopo del día de la boda entre Gabriel Zaporta y Sabina Santángel, que según los cálculos se celebró el 3 de junio de 1549 a las 18 horas y 50 minutos.
Historia
Construcción original. Siglo XVI
- Renacimiento
Cambio de propiedad. Siglo XVI - XIX
Demolición parcial. Siglo XIX, 1894-01-01
Cambio de uso. Siglo XX - XXI
Bibliografía relacionada
Recursos didácticos
El Patio de la Infanta se localiza dentro de la Sede Central de Ibercaja, en Zaragoza, tras ser comprado y restaurado por esta entidad. Está considerado una joya del arte renacentista aragonés y modelo de patios de otros importantes palacios de la época. Perteneció a la Casa del mercader Gabriel Zaporta, del siglo XVI, situada en la calle San Jorge y derruida en el año 1903 tras un gran incendio. A partir del siglo XIX este patio se conocerá con el nombre de Patio de la infanta en honor a Mª Teresa de Vallabriga, esposa del infante Don Luis de Borbón, hermano del rey Carlos III, y su inquilina en el destierro durante los últimos años del siglo XVIII y hasta 1820.
Su estructura sigue el modelo de palacio aragonés desarrollado en la región durante el Renacimiento. El patio posee dos pisos, una planta baja adintelada y el piso superior que presenta una galería sustentada por columnas de alabastro y abierta por arcos de medio punto. Los dos pisos se rematan por un alero de madera.
La decoración de este patio es singular y muy simbólica, claro reflejo de la cultura humanista de su propietario. Se distinguen todo tipo de motivos platerescos en relieve, realizados en yeso: grifos, amorcillos, medallones, bustos de personajes
El Patio encierra tres lecturas iconográficas:
La primera de ellas la encontramos en el antepecho del primer piso y representa a los hombre que han regido el mundo, entre los que destaca sin duda Carlos V, al que se dedica un medallón con su imagen, fácilmente reconocible por llevar en la coraza el águila imperial y por estar grabado en la espada su nombre en latín «Carolus». Junto a él, emperadores de la antigüedad y otros reyes de su época le acompañan acrecentando su prestigio. Y en las esquinas, relieves que representan seis de los trabajos de Hércules además de las Tres Gracias y las alegorías del Amor y de la Ocasión simbolizan las ideas de Religión, Imperio, Prosperidad y Filosofía Neoplatónica, presentes en la Política Imperial de Carlos V.
La segunda lectura iconográfica del Patio se encuentra en el friso esculpido bajo los relieves. En él encontramos 28 medallones enfrentados, decoración típicamente renacentista. Son en realidad doce parejas que se miran, parejas de amantes que se supone serían reconocibles en un origen pero que por la falta de documentación no lo son en estos momentos. El objetivo de los mismos sería realzar el honor y el beneficio del matrimonio. Entre los medallones se observan putti, amorcillos y ninfas con instrumentos musicales cabalgando en grifos, centauros, felinos o monstruos y jugando con pájaros y leones, creando entre todos un ambiente festivo y feliz.
La última lectura es quizá la más importante, o por lo menos la más curiosa sin duda. Está presente en las columnas que soportan el Patio, las cuales, como si se tratara de una representación teatral, plasman el horóscopo del día de la boda entre Gabriel Zaporta y Sabina Santángel, que según los cálculos se celebró el 3 de junio de 1549 a las 18 horas y 50 minutos.
Historia
Construcción original. Siglo XVI
- Renacimiento
Cambio de propiedad. Siglo XVI - XIX
Demolición parcial. Siglo XIX, 1894-01-01
Cambio de uso. Siglo XX - XXI
Bibliografía relacionada
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976 971 926De lunes a viernes, de 9 a 14 y de 17 a 21 h. Sábados, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos, de 11 a 14 h.
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Horario
De lunes a viernes, de 9 a 14 y de 17 a 21 h. Sábados, de 10 a 14 y de 17 a 21 h. Domingos y festivos, de 11 a 14 h.