Monasterio de San Adrián de Sásave
Borau > La Jacetania HU > HUESCA > Aragón > España
Acceso
Condiciones de acceso:
Concertar visita en el Ayuntamiento de Borau.
Enlaces relacionados
Se localiza en el municipio de Borau, en la Jacetania, cerca del barranco de Calcín. El Monasterio de San Adrián de Sásave fue mandado construir por el Señor Galindo Aznárez en el siglo XI, en estilo románico, sobre otro visigodo. Fue un cenobio en el que se refugiaron los obispos de Huesca durante la invasión árabe. Su historia se rodea de leyendas como la que cuenta que en este monasterio se guardó el Santo Grial antes de ser trasladado a San Juan de la Peña y posteriormente a la catedral de Valencia.
A fines del siglo XVI se construyó una ermita sobre los muros de la iglesia original. Fue ocultada progresivamente por la tierra arrastrada por un torrente durante siglos. Se recuperó en 1957.
En origen se construyó con planta rectangular y cabecera con ábside semicilíndrico. Se levantó una torre en el muro norte que se comunicaba con la iglesia. Su portada románica, enmarcada por un baquetón, tiene tres arquivoltas que decrecen en grosor. Dos de las arquivoltas se presentan doveladas sobre jambas y entre ellas se dispone un baquetón sobre columnas. Sobre ella se dispone un ventanal que se utilizó como acceso a la iglesia, en tiempos en los que la iglesia estuvo semienterrada, y utilizada como refugio por los pastores.
El exterior se decora también, bajo el tejaroz del ábside, con un friso de arcos lombardos y canecillos decorados con figuraciones como la cara del obispo de Pamplona Sancho Larrosa que fue fundador de esta iglesia cenobio.
Historia
Construcción original. Siglo XI
- Románico
Reconstrucción. Siglo XVI
Declaración. Siglo XX, 1965
Restauración. Siglo XX - XXI, 1990 - 2005
Declaración. Siglo XXI, 2004
Bibliografía relacionada
Se localiza en el municipio de Borau, en la Jacetania, cerca del barranco de Calcín. El Monasterio de San Adrián de Sásave fue mandado construir por el Señor Galindo Aznárez en el siglo XI, en estilo románico, sobre otro visigodo. Fue un cenobio en el que se refugiaron los obispos de Huesca durante la invasión árabe. Su historia se rodea de leyendas como la que cuenta que en este monasterio se guardó el Santo Grial antes de ser trasladado a San Juan de la Peña y posteriormente a la catedral de Valencia.
A fines del siglo XVI se construyó una ermita sobre los muros de la iglesia original. Fue ocultada progresivamente por la tierra arrastrada por un torrente durante siglos. Se recuperó en 1957.
En origen se construyó con planta rectangular y cabecera con ábside semicilíndrico. Se levantó una torre en el muro norte que se comunicaba con la iglesia. Su portada románica, enmarcada por un baquetón, tiene tres arquivoltas que decrecen en grosor. Dos de las arquivoltas se presentan doveladas sobre jambas y entre ellas se dispone un baquetón sobre columnas. Sobre ella se dispone un ventanal que se utilizó como acceso a la iglesia, en tiempos en los que la iglesia estuvo semienterrada, y utilizada como refugio por los pastores.
El exterior se decora también, bajo el tejaroz del ábside, con un friso de arcos lombardos y canecillos decorados con figuraciones como la cara del obispo de Pamplona Sancho Larrosa que fue fundador de esta iglesia cenobio.
Historia
Construcción original. Siglo XI
- Románico