Las Pajaritas de Ramón Acín
El monumento a «Las Pajaritas» erigido en el Parque de Huesca el año 1929 es uno de los más representativos de Ramón Acín. Cuando el autor supo de la intención del Ayuntamiento de Huesca de construir un parque en la ciudad, escribió lo siguiente: «Las aguas, las escuelas, los árboles. He aquí los tres problemas capitales de la ciudad. Todo para los niños, la higiene, la cultura, la alegría y la salud. Los niños son la única esperanza de un mañana mejor».
Esta escultura realizada para colocarla en un jardín público en la zona dedicada a los niños – el Parque de Miguel Servet -, (Andador de Ramón Acín), tiene su origen en las que en la actualidad se encuentran en el Museo de Huesca, realizadas en chapa de hierro recortada y pegada y doblada. Con unas dimensiones 11 x 13 cm.
El monumento a «Las Pajaritas» representa dos pajaritas de papel realizadas en chapa de hierro doblada, con unas dimensiones de 1,25 x1,20 metros y colocadas cada una sobre un pedestal paralepípedo de cemento de 1,09 metros escalonado sobre una grada. Su estado de conservación es bueno si bien han sufrido transformaciones a lo largo de los años en la forma de los pedestales y en el color. Con el tiempo se han convertido gracias a su valor artístico y vanguardista en un símbolo de la ciudad de Huesca.
Las piezas realizadas a finales de los años veinte en la Fundición Averly fueron recibidas por la crítica con todos los parabienes -como refleja la exposición de la maqueta de las pajaritas en las Galerías Dalmau de Barcelona (1929) o en el Ateneo de Madrid (1931)- muestran esa definición por la línea y por una sobriedad rayana en la modestia solamente concebible por los conceptos socialmente democráticos de Acín.
Historia
Siglo XX, 1928-08-21 - 1929-08-21
Restauración. Siglo XX, 1986-08-21
Declaración. Siglo XXI, 2018-01-01
El monumento a «Las Pajaritas» erigido en el Parque de Huesca el año 1929 es uno de los más representativos de Ramón Acín. Cuando el autor supo de la intención del Ayuntamiento de Huesca de construir un parque en la ciudad, escribió lo siguiente: «Las aguas, las escuelas, los árboles. He aquí los tres problemas capitales de la ciudad. Todo para los niños, la higiene, la cultura, la alegría y la salud. Los niños son la única esperanza de un mañana mejor».
Esta escultura realizada para colocarla en un jardín público en la zona dedicada a los niños – el Parque de Miguel Servet -, (Andador de Ramón Acín), tiene su origen en las que en la actualidad se encuentran en el Museo de Huesca, realizadas en chapa de hierro recortada y pegada y doblada. Con unas dimensiones 11 x 13 cm.
El monumento a «Las Pajaritas» representa dos pajaritas de papel realizadas en chapa de hierro doblada, con unas dimensiones de 1,25 x1,20 metros y colocadas cada una sobre un pedestal paralepípedo de cemento de 1,09 metros escalonado sobre una grada. Su estado de conservación es bueno si bien han sufrido transformaciones a lo largo de los años en la forma de los pedestales y en el color. Con el tiempo se han convertido gracias a su valor artístico y vanguardista en un símbolo de la ciudad de Huesca.
Las piezas realizadas a finales de los años veinte en la Fundición Averly fueron recibidas por la crítica con todos los parabienes -como refleja la exposición de la maqueta de las pajaritas en las Galerías Dalmau de Barcelona (1929) o en el Ateneo de Madrid (1931)- muestran esa definición por la línea y por una sobriedad rayana en la modestia solamente concebible por los conceptos socialmente democráticos de Acín.