La Alegoría del Pecado

El tema plasmado en el lienzo alude a las primeras páginas del libro del Génesis (2, 1- 25; 3, 1-15). Los protagonistas, Adán y Eva, desnudos, se hallan al pie del árbol de la ciencia del bien y del mal, en el paraíso terrenal. Eva persuadida por la serpiente con cabeza humana enroscada en el tronco de aquél, coge el fruto prohibido que ofrece a Adán y pasa a sus descendientes representados en esos niños amenazados por la Muerte – expresada simbólicamenete por el esqueleto con guadaña -, algunos ya fallecidos cuyos cuerpos recoge el demonio. La imagen visual se refuerza con las inscripciones.

Entre las ramas del árbol, envueltas en una mandorla de nubes, se situan las figuras de María y el niño Jesús, quien desde su mano derecha, dirige un rayo a la cabeza de la serpiente. La presencia de María alcanza la significación de Nueva Eva, como salvadora del género humano.

En el extremo inferior izquierdo, en un plano más próximo, apoyado en un pedestal permanece el profeta Moisés, autor del Génesis, cuyo nombre se lee en la cara frontal del pedestal que encabeza el texto indescifrable que ocupa la misma. Perdida está la inscripción de la filacteria superior.

La fuente de inspiración pudo ser una desconocida estampa, observandose, no obstante, desde el punto de vista estilístico notas del manierismo europeo (Eva) y del manierismo italiano o francés (Moisés), recuerdos de las estampas de Durero (Adán) y modelos de Carducho (demonio).

Esta Alegoría del Pecado forma pareja con la Alegoría de la Redención.