Jota aragonesa

Jota aragones. Foto: Juan Carlos Gil Ballano

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La Jota aragonesa es una de las manifestaciones más conocidas y sentidas del folclore aragonés, rico y variado en sus manifestaciones y expresiones artísticas y musicales.  Por su singularidad y como una de las más acendradas manifestaciones de nuestro rico folclore que es, constituye un activo esencial de nuestro Patrimonio Cultural. Su riqueza musical, el inagotable repertorio de sus letras (coplas, cantas y estribillos) y bailes, y la variedad de sus registros (desde la sátira a la elegía) suscitan en la población aragonesa un sentimiento muy profundo e inmediato de pertenencia a un territorio y de identificación con su pasado.

A su arraigo y amplia difusión más allá de los límites de este viejo Reino han contribuido de forma señalada el trabajo, la constancia y el tesón de muchos aragoneses, del interior y del exterior, que, integrados en grupos folclóricos y asociaciones culturales de todo tipo, han sabido mantener la llama de esta herencia cultural para transmitirla, felizmente avivada, a las generaciones venideras. Una misión a la que no ha sido ajena la colaboración de los medios de comunicación aragoneses.

Sobre su origen y evolución histórica hay numerosas hipótesis, que remiten a un pasado de rica hibridación cultural, trasmitido de forma oral hasta finales del siglo XVIII, siendo el siglo XIX cuando se consolide en todo su esplendor, pasando del ámbito de calles, plazas, ventas, lugares de trabajo, etc., al más ordenado de certámenes y concursos (baste recordar el Certamen Oficial de Jota Aragonesa, que cumple ahora 126 años). Se inicia de este modo un nuevo camino marcado por la investigación, la recuperación de cantas y bailes del pasado y la profesionalización, con todo lo que implica de apuesta decidida por la excelencia, sin perjuicio de su pervivencia en el ámbito popular. La Jota aragonesa no sería desde luego lo que es sin el talento, la constancia y el trabajo bien hecho, desarrollado por asociaciones, grupos, figuras de la jota cantada y bailada, escuelas de jota, músicos, compañías de interpretación y grupos folclóricos, así como investigadores y estudiosos en general, que han sabido conducirla por los caminos de la tradición y la creatividad.

Si en Aragón trasciende el folclore para alcanzar la categoría de verdadero símbolo y seña de identidad de todo un pueblo, la Jota aragonesa ha acabado por difundirse y sobrepasar los límites de la Comunidad Autónoma para dilatarse por toda España e Iberoamérica, llegando incluso hasta las Islas Filipinas. Mucho ha tenido que ver en esto la presencia de Aragón en el mundo a través del trabajo, tan rebosante de pasión como de generosidad, desarrollado a lo largo del último siglo por esas embajadas de excepción que son nuestras Casas y Centros de Aragón en el Exterior.

Por otra parte, la Jota aragonesa ha desbordado también las lindes estrictas del folclore popular para acabar inspirando otros ámbitos y territorios de la creación artística y cultural: Sorolla, Marín Bagüés o Gárate, en la pintura; Albéniz, Falla, Granados, Ravel, Glinka, Liszt, o Balkirev, en la música; Rey y Saura en el cine; o Moiseyev en la danza, no agotan las referencias pero son un buen ejemplo.

La Jota aragonesa reúne una serie de valores culturales, musicales y artísticos, reforzados por el sentimiento de pertenencia a la comunidad aragonesa. La capacidad de transmisión y vitalidad de la Jota aragonesa es tal, que su presencia es habitual en todo tipo de celebraciones y eventos, quedando asegurado su relevo generacional a través de grupos folclóricos y escuelas de jota principalmente.

Historia

Declaración. Siglo XXI, 2013

El día 1 de octubre de 2012 se constituye, bajo la presidencia del Director General de Patrimonio Cultural, una comisión asesora que, interpretando el sentir inequívoco del mandato expresado por las Cortes de Aragón y convencida del valor excepcional de la Jota como exponente del Patrimonio Cultural aragonés, adopta por unanimidad un acuerdo en el que se recogen y reconocen los valores que justifican la declaración de la Jota aragonesa como Bien de Interés Cultural Inmaterial. El Boletín Oficial de Aragón del día 19 de julio de 2013 se publica el Decreto 124/2013, de 9 de julio, del Gobierno de Aragón, por el que se declara la Jota aragonesa como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

La Jota aragonesa es una de las manifestaciones más conocidas y sentidas del folclore aragonés, rico y variado en sus manifestaciones y expresiones artísticas y musicales.  Por su singularidad y como una de las más acendradas manifestaciones de nuestro rico folclore que es, constituye un activo esencial de nuestro Patrimonio Cultural. Su riqueza musical, el inagotable repertorio de sus letras (coplas, cantas y estribillos) y bailes, y la variedad de sus registros (desde la sátira a la elegía) suscitan en la población aragonesa un sentimiento muy profundo e inmediato de pertenencia a un territorio y de identificación con su pasado.

A su arraigo y amplia difusión más allá de los límites de este viejo Reino han contribuido de forma señalada el trabajo, la constancia y el tesón de muchos aragoneses, del interior y del exterior, que, integrados en grupos folclóricos y asociaciones culturales de todo tipo, han sabido mantener la llama de esta herencia cultural para transmitirla, felizmente avivada, a las generaciones venideras. Una misión a la que no ha sido ajena la colaboración de los medios de comunicación aragoneses.

Sobre su origen y evolución histórica hay numerosas hipótesis, que remiten a un pasado de rica hibridación cultural, trasmitido de forma oral hasta finales del siglo XVIII, siendo el siglo XIX cuando se consolide en todo su esplendor, pasando del ámbito de calles, plazas, ventas, lugares de trabajo, etc., al más ordenado de certámenes y concursos (baste recordar el Certamen Oficial de Jota Aragonesa, que cumple ahora 126 años). Se inicia de este modo un nuevo camino marcado por la investigación, la recuperación de cantas y bailes del pasado y la profesionalización, con todo lo que implica de apuesta decidida por la excelencia, sin perjuicio de su pervivencia en el ámbito popular. La Jota aragonesa no sería desde luego lo que es sin el talento, la constancia y el trabajo bien hecho, desarrollado por asociaciones, grupos, figuras de la jota cantada y bailada, escuelas de jota, músicos, compañías de interpretación y grupos folclóricos, así como investigadores y estudiosos en general, que han sabido conducirla por los caminos de la tradición y la creatividad.

Si en Aragón trasciende el folclore para alcanzar la categoría de verdadero símbolo y seña de identidad de todo un pueblo, la Jota aragonesa ha acabado por difundirse y sobrepasar los límites de la Comunidad Autónoma para dilatarse por toda España e Iberoamérica, llegando incluso hasta las Islas Filipinas. Mucho ha tenido que ver en esto la presencia de Aragón en el mundo a través del trabajo, tan rebosante de pasión como de generosidad, desarrollado a lo largo del último siglo por esas embajadas de excepción que son nuestras Casas y Centros de Aragón en el Exterior.

Por otra parte, la Jota aragonesa ha desbordado también las lindes estrictas del folclore popular para acabar inspirando otros ámbitos y territorios de la creación artística y cultural: Sorolla, Marín Bagüés o Gárate, en la pintura; Albéniz, Falla, Granados, Ravel, Glinka, Liszt, o Balkirev, en la música; Rey y Saura en el cine; o Moiseyev en la danza, no agotan las referencias pero son un buen ejemplo.

La Jota aragonesa reúne una serie de valores culturales, musicales y artísticos, reforzados por el sentimiento de pertenencia a la comunidad aragonesa. La capacidad de transmisión y vitalidad de la Jota aragonesa es tal, que su presencia es habitual en todo tipo de celebraciones y eventos, quedando asegurado su relevo generacional a través de grupos folclóricos y escuelas de jota principalmente.

Historia

Declaración. Siglo XXI, 2013

El día 1 de octubre de 2012 se constituye, bajo la presidencia del Director General de Patrimonio Cultural, una comisión asesora que, interpretando el sentir inequívoco del mandato expresado por las Cortes de Aragón y convencida del valor excepcional de la Jota como exponente del Patrimonio Cultural aragonés, adopta por unanimidad un acuerdo en el que se recogen y reconocen los valores que justifican la declaración de la Jota aragonesa como Bien de Interés Cultural Inmaterial. El Boletín Oficial de Aragón del día 19 de julio de 2013 se publica el Decreto 124/2013, de 9 de julio, del Gobierno de Aragón, por el que se declara la Jota aragonesa como Bien de Interés Cultural Inmaterial.

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