Inmaculada

La Joyosa

Inmaculada iglesia Nuestra Señora del Carmen Marlofa

Autor: : Juan Carreño de Miranda

142 cm.

208 cm.

La Inmaculada es una bella pintura al óleo sobre lienzo, cuyas dimensiones son 2,08 x 1,42 metros. El lienzo, constituye parte del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen y es una obra autógrafa de Juan Carreño de Miranda (1614-1685), correspondiente a la denominada Escuela Madrileña.

Esta obra pictórica, por sus características, puede situarse hacia el año 1666, momento en que se sabe que la parroquia se encontraba necesitada de reparación, y antes de 1685, año de la muerte del pintor. Según algunos autores, podría situarse quizá alrededor de 1680, cuando se estaban efectuando mejoras en la decoración del edificio eclesial.

La composición del lienzo, sigue el modelo popularizado por Juan Carreño de Miranda en todas sus Inmaculadas: La Virgen, de frente, se representa con una mano sobre el pecho y el otro brazo extendido en el espacio, a modo de ofrenda, y recogiéndose el manto que le cruza oblicuamente sobre el vientre. Esta actitud provoca el ensanchamiento de la silueta de la Virgen por su parte media, estrechándose a medida que se aproxima a su base. Esta tipología puede considerarse como una característica que anuncia una nueva etapa artística, el Barroco.

El modelo femenino de mujer morena, en la plenitud de su belleza, erguida y llena de dignidad, contrasta con la tipología adolescente, casi niña de la Escuela Sevillana. Su rostro es dulce, algo triste, con los ojos semiabiertos que miran hacia abajo, para separarse de la Virgen ascendente de la Asunción. 
 
En la parte inferior, apoya en la esfera lunar, y su manto, con reflejos morados, se dobla en abundantes pliegues, cayendo a sus pies en forma de peana. 
 
Sobre su cabeza, un nimbo de doce estrellas no visto frontalmente, sino a tres cuartos.
 
El fondo es amarillo y rojizo, y está poblado por cabezas de ángeles niños y abajo, otros de cuerpo entero jugueteando entre nubes y mostrando sus símbolos de la letanía o «arma virginis».

Historia

Siglo XVII

  • Barroco
La Inmaculada fue pintada por Juan Carreño de Miranda, una de las principales figuras del panorama pictórico cortesano de la segunda mitad del siglo XVII en España.
Estaría datada hacia 1680, fecha en la que se estaba realizando mejoras en la decoración de la iglesia.

Restauración. Siglo XX, 1986-08-27

El Gobierno de Aragón promovió la restauración de esta pintura en el año 1986, coincidiendo con el III Centenario de la muerte de Carreño de Miranda.

Bibliografía relacionada

GALINDO PÉREZ, SILVIA (Coord.).

Aragón Patrimonio Cultural Restaurado. 1984/2009. Bienes muebles,

Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2010.

La Inmaculada es una bella pintura al óleo sobre lienzo, cuyas dimensiones son 2,08 x 1,42 metros. El lienzo, constituye parte del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen y es una obra autógrafa de Juan Carreño de Miranda (1614-1685), correspondiente a la denominada Escuela Madrileña.

Esta obra pictórica, por sus características, puede situarse hacia el año 1666, momento en que se sabe que la parroquia se encontraba necesitada de reparación, y antes de 1685, año de la muerte del pintor. Según algunos autores, podría situarse quizá alrededor de 1680, cuando se estaban efectuando mejoras en la decoración del edificio eclesial.

La composición del lienzo, sigue el modelo popularizado por Juan Carreño de Miranda en todas sus Inmaculadas: La Virgen, de frente, se representa con una mano sobre el pecho y el otro brazo extendido en el espacio, a modo de ofrenda, y recogiéndose el manto que le cruza oblicuamente sobre el vientre. Esta actitud provoca el ensanchamiento de la silueta de la Virgen por su parte media, estrechándose a medida que se aproxima a su base. Esta tipología puede considerarse como una característica que anuncia una nueva etapa artística, el Barroco.

El modelo femenino de mujer morena, en la plenitud de su belleza, erguida y llena de dignidad, contrasta con la tipología adolescente, casi niña de la Escuela Sevillana. Su rostro es dulce, algo triste, con los ojos semiabiertos que miran hacia abajo, para separarse de la Virgen ascendente de la Asunción. 
 
En la parte inferior, apoya en la esfera lunar, y su manto, con reflejos morados, se dobla en abundantes pliegues, cayendo a sus pies en forma de peana. 
 
Sobre su cabeza, un nimbo de doce estrellas no visto frontalmente, sino a tres cuartos.
 
El fondo es amarillo y rojizo, y está poblado por cabezas de ángeles niños y abajo, otros de cuerpo entero jugueteando entre nubes y mostrando sus símbolos de la letanía o «arma virginis».

Historia

Siglo XVII

  • Barroco
La Inmaculada fue pintada por Juan Carreño de Miranda, una de las principales figuras del panorama pictórico cortesano de la segunda mitad del siglo XVII en España.
Estaría datada hacia 1680, fecha en la que se estaba realizando mejoras en la decoración de la iglesia.

Restauración. Siglo XX, 1986-08-27

El Gobierno de Aragón promovió la restauración de esta pintura en el año 1986, coincidiendo con el III Centenario de la muerte de Carreño de Miranda.

Bibliografía relacionada

GALINDO PÉREZ, SILVIA (Coord.).

Aragón Patrimonio Cultural Restaurado. 1984/2009. Bienes muebles,

Gobierno de Aragón, Zaragoza, 2010.

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