Iglesia y Claustro del Antiguo Convento de Franciscanos

Situado en la calle de la Iglesia, el conjunto conventual, formado por la iglesia y el claustro, fue construido entre 1530 y 1539 bajo mecenazgo de los Condes de Sástago en el solar de una antigua iglesia dedicada a San Salvador.

Se trata de una construcción sobria y modesta, si bien representativa de la arquitectura aragonesa de la época, que parte de un planteamiento mudéjar en el que se introdujeron elementos de carácter renacentista, en el claustro, y barrocos, pues la iglesia fue ampliada en esa época.

El templo original se levantó sobre una planta de nave única de dos tramos, cubiertos con bóveda de arista, con cabecera poligonal, cerrada con bóveda de nervios, y capillas entre los contrafuertes; la torre se adosó a los pies. En el siglo XVII se amplió la nave tres tramos, cerrados con lunetos, dotados de sus correspondientes capillas, y se comunicaron las capillas laterales a modo de falsas naves.

En el exterior el sencillo volumen de la iglesia queda encerrado entre medianerías destacando el volumen estilizado de la torre; los muros se articularon mediante la apertura de varios vanos y con decoración de sencillas fajas de esquinillas, destacando especialmente los paramentos de la torre cuya decoración se concentra en el primer cuerpo a base de bandas de ladrillo resaltado dispuesto en zig-zag, esquinillas y rombos.

El claustro se levanta sobre una planta cuadrada organizada en dos pisos abiertos a un patio central. Consta de cuatro galerías de seis tramos cada una cubiertos en planta baja con crucería sencilla que apea en ménsulas poligonales y cubierta plana en el superior; la apertura al patio se llevó a cabo mediante arcos de medio punto que cobijan a su vez pares de vanos de medio punto y óculos superiores en la planta baja, mientras que la alta se articulaba únicamente en torno a un hueco por fachada siguiendo el esquema del piso inferior.