Iglesia del Monasterio de Santa María
Enlaces relacionados
Hacia 1059-1061 el rey Ramiro I fundó el entonces conocido como Monasterio de Santa María de la Serós que fue habitado por monjas benedictinas dependientes de San Juan de la Peña. En los siglos XI y XII, durante su época de esplendor, vivieron entre sus muros las mujeres de la nobleza aragonesa, así como las tres hijas del citado monarca, Aresa, Urraca y Sancha, siendo esta última la más célebre de sus moradoras.
Hasta nuestros días ha llegado la iglesia construida entre los siglos XI y XII, que es un destacado ejemplo de la arquitectura románica altoaragonesa. Posee una bella factura inspirada en la Catedral de Jaca. Es de recias dimensiones que hablan de su doble función defensiva y religiosa y sobresale al exterior su gran torre del campanario.
La iglesia está construida en sillería. El exterior destaca por su sobriedad, quedando determinado por el juego volumétrico de los cuerpos del ábside, la cámara y la torre. El acceso principal, a los pies, está formado por dos arquivoltas apoyadas sobre dos pares de columnas con capiteles de hojas y bolas, todo rematado con una moldura de ajedrezado en el arco exterior. El tímpano, fechado en 1095, presenta un crismón, flanqueado por dos animales fantásticos y una inscripción. El conjunto va protegido por un alero sobre ménsulas de piedra decorados con hojas y cabezas de animales. Otra puerta más sencilla, también con crismón en el tímpano, comunicaba con las dependencias monásticas.
La torre consta de tres cuerpos terminando en un volumen octogonal que cubre al interior con cúpula semiesférica sobre trompas. Ventanas dobladas y geminadas abren en los tres cuerpos y cuatro frentes a bastante altura.
El interior está articulado en torno a una cruz latina y consta de cabecera semicircular precedida de presbiterio y nave rectangular dividida en tres tramos, a la que abren, en ángulo con el ábside, dos capillas simétricas de planta cuadrada. La cabecera cubre con bóveda de horno, la nave con bóveda de cañón sostenida por fajones que cargan sobre pilastras con semicolumnas adosadas y las capillas con bóvedas de crucería de gruesos nervios en perfil de baquetón. Sobre la bóveda del tramo de la nave inmediato a la cabecera se encuentra un espacio llamado la cámara, único en Aragón, cuya función fue la de habitación principal de la reducida comunidad de benedictinas. Al exterior se aprecia como un cuerpo octogonal que se eleva adosado a la torre.
En el trabajo escultórico, centrado fundamentalmente en la portada y en los capiteles de la nave, cámara y ventanas, se aprecian dos manos; una más hábil, que parece deberse al mismo escultor que realizó el sarcófago de doña Sancha, que hoy se encuentra en el Real Monasterio de las Benedictinas de Jaca, y otra menos experta. Destaca el retablo mayor que está dedicado a la Virgen y data del siglo XV.
Historia
Construcción original. Siglo XI - XII
Abandono. Siglo XVI
Declaración. Siglo XX, 1931
Restauración. Siglo XX - XXI
Declaración. Siglo XXI
Bibliografía relacionada
Hacia 1059-1061 el rey Ramiro I fundó el entonces conocido como Monasterio de Santa María de la Serós que fue habitado por monjas benedictinas dependientes de San Juan de la Peña. En los siglos XI y XII, durante su época de esplendor, vivieron entre sus muros las mujeres de la nobleza aragonesa, así como las tres hijas del citado monarca, Aresa, Urraca y Sancha, siendo esta última la más célebre de sus moradoras.
Hasta nuestros días ha llegado la iglesia construida entre los siglos XI y XII, que es un destacado ejemplo de la arquitectura románica altoaragonesa. Posee una bella factura inspirada en la Catedral de Jaca. Es de recias dimensiones que hablan de su doble función defensiva y religiosa y sobresale al exterior su gran torre del campanario.
La iglesia está construida en sillería. El exterior destaca por su sobriedad, quedando determinado por el juego volumétrico de los cuerpos del ábside, la cámara y la torre. El acceso principal, a los pies, está formado por dos arquivoltas apoyadas sobre dos pares de columnas con capiteles de hojas y bolas, todo rematado con una moldura de ajedrezado en el arco exterior. El tímpano, fechado en 1095, presenta un crismón, flanqueado por dos animales fantásticos y una inscripción. El conjunto va protegido por un alero sobre ménsulas de piedra decorados con hojas y cabezas de animales. Otra puerta más sencilla, también con crismón en el tímpano, comunicaba con las dependencias monásticas.
La torre consta de tres cuerpos terminando en un volumen octogonal que cubre al interior con cúpula semiesférica sobre trompas. Ventanas dobladas y geminadas abren en los tres cuerpos y cuatro frentes a bastante altura.
El interior está articulado en torno a una cruz latina y consta de cabecera semicircular precedida de presbiterio y nave rectangular dividida en tres tramos, a la que abren, en ángulo con el ábside, dos capillas simétricas de planta cuadrada. La cabecera cubre con bóveda de horno, la nave con bóveda de cañón sostenida por fajones que cargan sobre pilastras con semicolumnas adosadas y las capillas con bóvedas de crucería de gruesos nervios en perfil de baquetón. Sobre la bóveda del tramo de la nave inmediato a la cabecera se encuentra un espacio llamado la cámara, único en Aragón, cuya función fue la de habitación principal de la reducida comunidad de benedictinas. Al exterior se aprecia como un cuerpo octogonal que se eleva adosado a la torre.
En el trabajo escultórico, centrado fundamentalmente en la portada y en los capiteles de la nave, cámara y ventanas, se aprecian dos manos; una más hábil, que parece deberse al mismo escultor que realizó el sarcófago de doña Sancha, que hoy se encuentra en el Real Monasterio de las Benedictinas de Jaca, y otra menos experta. Destaca el retablo mayor que está dedicado a la Virgen y data del siglo XV.