Iglesia de Santa Catalina
La iglesia parroquial de la localidad, dedicada a Santa Catalina Mártir se localiza en la Plaza Mayor junto al Ayuntamiento y otros edificios de gran calidad visual. Se trata de una obra de la segunda mitad del siglo XVI levantada en estilo renacentista, típico de la zona, todavía con algunas pervivencias góticas.
Presenta una planta de cabecera poligonal con forma de medio hexágono, en lugar de medio octógono como ocurre en las iglesias de la misma fecha en la Sierra de Albarracín y flanqueada por dos sacristías (al exterior configuran una cabecera totalmente recta). Tiene una sola nave de cuatro tramos con siete capillas laterales entre los contrafuertes, construidas por las familias nobles de la villa como capillas funerarias. La cabecera y nave se cubren con bóveda de crucería estrellada. Las capillas laterales presentan distintos abovedamientos renacentistas, entre los que destaca el de la Capilla de San Juan Bautista. Presenta además coro elevado a los pies sobre las capillas del último tramo.
Al exterior se observa la fábrica de mampostería, reforzada por sillares en los ángulos, que posee el característico tono rojizo del rodeno, piedra arenisca abundante en la zona, que describe un volumen prismático único, cubierto por tejado a cuatro aguas, en el que no se manifiestan ni la cabecera ni las capillas. Resalta tan solo el volumen de la torre campanario a los pies del templo con tres cuerpos de altura y la bella portada renacentista de líneas muy clásicas.
La parroquial conserva varios retablos de los siglos XV a XVIII, entre ellos, en la primera capilla del Evangelio, un retablo gótico de San Juan Bautista, de la escuela internacional, realizado hacia 1430 y un púlpito de hierro, raro ejemplar, realizado hacia 1599.
Historia
Construcción original. Siglo XVI, 1518-01-01 - 1592-01-01
- Renacimiento
Restauración. Siglo XX - XXI
En el año 2005 el Gobierno de Aragón promovió la restauración del retablo gótico de San Juan Bautista, de principios del siglo XV. El presupuesto de la intervención fue de 44.803 euros.
Declaración. Siglo XXI, 2002-11-29
Restauración. Siglo XXI, 2017-08-09 - 2018-03-16
Bibliografía relacionada
La iglesia parroquial de la localidad, dedicada a Santa Catalina Mártir se localiza en la Plaza Mayor junto al Ayuntamiento y otros edificios de gran calidad visual. Se trata de una obra de la segunda mitad del siglo XVI levantada en estilo renacentista, típico de la zona, todavía con algunas pervivencias góticas.
Presenta una planta de cabecera poligonal con forma de medio hexágono, en lugar de medio octógono como ocurre en las iglesias de la misma fecha en la Sierra de Albarracín y flanqueada por dos sacristías (al exterior configuran una cabecera totalmente recta). Tiene una sola nave de cuatro tramos con siete capillas laterales entre los contrafuertes, construidas por las familias nobles de la villa como capillas funerarias. La cabecera y nave se cubren con bóveda de crucería estrellada. Las capillas laterales presentan distintos abovedamientos renacentistas, entre los que destaca el de la Capilla de San Juan Bautista. Presenta además coro elevado a los pies sobre las capillas del último tramo.
Al exterior se observa la fábrica de mampostería, reforzada por sillares en los ángulos, que posee el característico tono rojizo del rodeno, piedra arenisca abundante en la zona, que describe un volumen prismático único, cubierto por tejado a cuatro aguas, en el que no se manifiestan ni la cabecera ni las capillas. Resalta tan solo el volumen de la torre campanario a los pies del templo con tres cuerpos de altura y la bella portada renacentista de líneas muy clásicas.
La parroquial conserva varios retablos de los siglos XV a XVIII, entre ellos, en la primera capilla del Evangelio, un retablo gótico de San Juan Bautista, de la escuela internacional, realizado hacia 1430 y un púlpito de hierro, raro ejemplar, realizado hacia 1599.
Historia
Construcción original. Siglo XVI, 1518-01-01 - 1592-01-01
- Renacimiento
Restauración. Siglo XX - XXI
En el año 2005 el Gobierno de Aragón promovió la restauración del retablo gótico de San Juan Bautista, de principios del siglo XV. El presupuesto de la intervención fue de 44.803 euros.