Iglesia de San Sebastián

La Iglesia de San Sebastián de Labuerda fue en origen una construcción renacentista, documentada en 1570, que posteriormente (1776) fue ampliada en clave barroca, dando lugar a un templo de una nave única con capillas laterales unidas entre sí a modo de dos naves laterales y cabecera recta.

La nave central se cubre con bóveda de cañón, mientras que las capillas laterales presentan pequeñas cúpulas con lunetos. También una cúpula, pero en este caso elíptica, cubre la cabecera, junto a la que se sitúa la sacristía formada por tres tramos cubiertos con cañón lunetos. A los pies presenta un coro bajo separado por un pretil calado.

El único bien mueble de interés conservado en su interior parece ser una pila bautismal de finales del siglo XVI. Exteriormente su elemento más destacado es la esbelta torre de sillería compuesta por tres cuerpos de planta cuadrada y dos de planta octogonal que presenta adosada a un lateral. Todos los cuerpos aparecen separados por impostas y la transición entre los dos tipos de planta se salva mediante la colocación de torreoncillos circulares en los ángulos. La torre se remata con un chapitel piramidal. Igualmente interesante es la portada meridional, protegida por un pequeñísimo pórtico abovedado con cañón y con embocadura sogueada. La portada se abre por medio de tres arquivoltas de medio punto, que aparecen decoradas con diferentes motivos geométricos y vegetales estilizados, entre los que destacan las rosetas gallonadas.