Iglesia de San Martín
La iglesia de San Martín de Oliván pertenece al conjunto denominado «Iglesias del Serrablo». Este grupo de iglesias oscenses, situado en el margen izquierdo del río Gállego, está considerado único por sus características estilísticas singulares. Aunque para algunos son obra de mozárabes del siglo X, se consideran obra del primer románico aragonés con arcaísmos locales de adaptación al entorno.
Se trata de una iglesia construida en sillar de tamaño mediano que responde a dos fases constructivas. La original, del siglo XI, constaba de nave única, doble presbiterio atrofiado, ábside semicircular peraltado y torre adosada al muro norte. En el siglo XVI sufre una ampliación durante la cual se derriba el muro meridional para abrir un gran arco que comunica con la nueva nave, cerrada con testero recto.
Las naves se cubren mediante armadura de madera, el ábside románico con bóveda de horno y la cabecera recta del lado sur con bóveda de medio cañón.
La torre es de planta cuadrada y de un solo cuerpo, estrechándose su sección conforme se eleva en altura. En la parte superior debió haber triples ventanas como en San Bartolomé de Gavín, sustituidas en el siglo XVI por las arcadas que albergan las campanas. El acceso se hace desde la nave bajo puerta en arco de medio punto sobre dintel, que por el lado de la torre sólo es en arco.
Como en todas las iglesias del valle del Gállego, el elemento más destacado es la decoración exterior del ábside. Sobre un basamento liso, hay dos lesenas mediales y dos a los lados que soportan siete arcos ciegos de medio punto. Apoyado en los arcos ciegos, una moldura en bocel que sirve de base al friso de baquetones.
Historia
Construcción original. Siglo XI
- Serrablés
Ampliación. Siglo XVI
Restauración. Siglo XX, 1980-01-01
Declaración. Siglo XX - XXI
Bibliografía relacionada
La iglesia de San Martín de Oliván pertenece al conjunto denominado «Iglesias del Serrablo». Este grupo de iglesias oscenses, situado en el margen izquierdo del río Gállego, está considerado único por sus características estilísticas singulares. Aunque para algunos son obra de mozárabes del siglo X, se consideran obra del primer románico aragonés con arcaísmos locales de adaptación al entorno.
Se trata de una iglesia construida en sillar de tamaño mediano que responde a dos fases constructivas. La original, del siglo XI, constaba de nave única, doble presbiterio atrofiado, ábside semicircular peraltado y torre adosada al muro norte. En el siglo XVI sufre una ampliación durante la cual se derriba el muro meridional para abrir un gran arco que comunica con la nueva nave, cerrada con testero recto.
Las naves se cubren mediante armadura de madera, el ábside románico con bóveda de horno y la cabecera recta del lado sur con bóveda de medio cañón.
La torre es de planta cuadrada y de un solo cuerpo, estrechándose su sección conforme se eleva en altura. En la parte superior debió haber triples ventanas como en San Bartolomé de Gavín, sustituidas en el siglo XVI por las arcadas que albergan las campanas. El acceso se hace desde la nave bajo puerta en arco de medio punto sobre dintel, que por el lado de la torre sólo es en arco.
Como en todas las iglesias del valle del Gállego, el elemento más destacado es la decoración exterior del ábside. Sobre un basamento liso, hay dos lesenas mediales y dos a los lados que soportan siete arcos ciegos de medio punto. Apoyado en los arcos ciegos, una moldura en bocel que sirve de base al friso de baquetones.
Historia
Construcción original. Siglo XI
- Serrablés