Iglesia de San Fernando
Acceso
Horario
En horario de culto
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A finales del siglo XVIII, con motivo de la obra del Canal Imperial de Aragón, el canónigo, ingeniero y humanista Ramón Pignatelli, promovió la construcción de una iglesia en los montes de Torrero para atender las necesidades religiosas de los trabajadores y de sus familias. Se aprobó su construcción bajo la advocación de San Fernando y se encargó el proyecto al arquitecto Tiburcio del Caso, alumno de la Academia de San Luis. El resultado es una iglesia claramente clasicista, recordando alguno de sus elementos, especialmente la cúpula, a la Basílica de San Pedro del Vaticano.
La fábrica es de ladrillo, tiene planta de cruz griega con los cuatro brazos aproximadamente iguales. Al exterior, dos torres flanquean el pórtico tetrástilo, de cuatro columnas de fuste liso sobre las que descansa un entablamento y un frontón triangular que termina en una cruz de Santiago. En la zona del crucero destaca la cúpula que descansa sobre un ancho tambor con ventanales.
En el interior se mezclan elementos decorativos de estilo barroco como capiteles, rosetones y medallones, con otros de raíz clásica como son las volutas o guirnaldas. Francisco de Goya fue el encargado de decorar los altares con tres cuadros: la «Aparición de San Isidoro a San Fernando», «San Hermenegildo en prisión» y «Santa Isabel curando a una enferma» que fueron sustraídas por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y no han vuelto a ser localizadas. En su lugar Manuel de Aguirre y Monsalve pintó un lienzo alusivo a San Fernando.
Historia
Consagración ceremonia. Siglo XIX
- Neoclasicismo
Daños parciales por intervención humana. Siglo XIX
Reconstrucción. Siglo XIX
Cambio de propiedad. Siglo XX
Cese de uso. Siglo XX
Restauración. Siglo XX, 1985-01-01
Declaración. Siglo XX - XXI
Bibliografía relacionada
A finales del siglo XVIII, con motivo de la obra del Canal Imperial de Aragón, el canónigo, ingeniero y humanista Ramón Pignatelli, promovió la construcción de una iglesia en los montes de Torrero para atender las necesidades religiosas de los trabajadores y de sus familias. Se aprobó su construcción bajo la advocación de San Fernando y se encargó el proyecto al arquitecto Tiburcio del Caso, alumno de la Academia de San Luis. El resultado es una iglesia claramente clasicista, recordando alguno de sus elementos, especialmente la cúpula, a la Basílica de San Pedro del Vaticano.
La fábrica es de ladrillo, tiene planta de cruz griega con los cuatro brazos aproximadamente iguales. Al exterior, dos torres flanquean el pórtico tetrástilo, de cuatro columnas de fuste liso sobre las que descansa un entablamento y un frontón triangular que termina en una cruz de Santiago. En la zona del crucero destaca la cúpula que descansa sobre un ancho tambor con ventanales.
En el interior se mezclan elementos decorativos de estilo barroco como capiteles, rosetones y medallones, con otros de raíz clásica como son las volutas o guirnaldas. Francisco de Goya fue el encargado de decorar los altares con tres cuadros: la «Aparición de San Isidoro a San Fernando», «San Hermenegildo en prisión» y «Santa Isabel curando a una enferma» que fueron sustraídas por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y no han vuelto a ser localizadas. En su lugar Manuel de Aguirre y Monsalve pintó un lienzo alusivo a San Fernando.
Historia
Consagración ceremonia. Siglo XIX
- Neoclasicismo