Grupo Residencial Salduba

El Grupo Residencial Salduba, construido hacia 1958, es obra del arquitecto José de Yarza García y es uno de los mejores ejemplos de bloques de viviendas sociales conservados en Zaragoza.

Durante los años 50 del siglo XX, en plena dictadura franquista, el Estado emprendió destacadas acciones en materia de vivienda social. Se asumieron principios de la arquitectura moderna basadas en la estandarización de los elementos constructivos y en la racionalización de la vivienda mínima para así poder afrontar de una manera satisfactoria la enorme producción de viviendas que se estaban proyectando, en consonancia con lo que ocurría en Europa.

Luis Madre Ribau, promotor del este grupo de edificios de 230 viviendas, se acogió para su construcción a la Ley de Renta Limitada del 13 de noviembre de 1957. Se proyectaron 230 viviendas en 23 casas agrupadas en 13 bloques, cuatro bloques de locales y una casa-portería.

Tras la puerta de entrada al complejo residencial, en el lado izquierdo, se sitúa el edificio de la portería, de una planta y reducidas proporciones. El camino principal recorre a lo largo la superficie del solar y es el eje vertebrador del grupo residencial. Los edificios de viviendas se disponen entre zonas ajardinadas y el acceso a cada uno de ellos se realiza por pequeños caminos que parten del central y que atraviesan esas zonas verdes interiores.

Los bloques se proyectaron de cinco plantas y estaban destinados exclusivamente para viviendas. Tienen una de sus fachadas orientada hacia el sur o suroeste y sus dos fachadas tienen vistas directas a los espacios verdes. Con esta orientación se pretende del mismo modo proteger las fachadas al máximo del viento. El tipo de vivienda que se planteó para el grupo residencial era de no muy grandes dimensiones pero conseguía mediante su distribución el máximo aprovechamiento del espacio. Al exterior, los cerramientos se realizan con ladrillo caravista color tostado, enfoscado amarillo claro y para realzar las líneas compositivas del conjunto, algunos elementos se pintan en verde: zócalos, jambas, frentes de forjados, voladizos, etc.

En los cuatro locales se pretendía, en origen, dotar al grupo residencial de unos servicios que fueran un «aliciente para la creación de un espíritu de comunidad, sin molestar la absoluta libertad de cada vivienda.» Las sugerencias eran variadas: una guardería infantil, un restaurante, un casino-club, el servicio de limpieza e incluso un pequeño grupo de tiendas para la venta de artículos de uso diario. Además de preveían unas habitaciones en la segunda planta de estos locales para la vivienda del personal de servicio. En la actualidad estos locales están destinados a otros usos.

El resto del solar lo ocupan las zonas verdes. Hay una pequeña acequia con agua corriente que recorre a lo largo la superficie del terreno, que además de aprovecharse para el riego de la vegetación sirve a su vez de elemento decorativo y ayuda a conseguir perspectivas más agradables tanto desde los distintos pasos de los accesos a los bloques, como desde las ventanas y balcones de las viviendas.