Exvoto ibero- Museo Juan Cabré

Calaceite

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35 mm

72 mm

25 mm

Contacto

Museo Juan Cabré. C/ Joan Cabré, 7. 44610 Calaceite (Teruel)

978 851479 mjuancabre@aragon.es

Acceso

Condiciones de acceso:

Horario:
Invierno: jueves-sábado: de 11 a 14 h. y de 16:30 a 18:30 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h.
Verano: miércoles-sábado: de 11 a 14 h. y de 17 a 20:30 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h.

Enlaces relacionados

Figura de guerrero. Presenta una cabeza pequeña y desproporcionada en relación al resto del cuerpo, con un occipital bien marcado, la cara y el mentón prominentes. Los ojos en forma de pequeñas protuberancias, la nariz ha desaparecido, la boca es pequeña y dibujada mediante un trazo limado horizontal. Porta un casquete bajo, en el que en su parte posterior junto a las orejas, aparecen colgando unas trenzas gruesas y largas que enmarcan un robusto cuello. La figura presenta los hombros caídos y el brazo derecho extendido y flexionado, aunque ha perdido la mano. Por su parte, el brazo izquierdo también extendido y flexionado hacia abajo, muestra la mano empuñando probablemente, una lanza hoy perdida. La característica principal del guerrero es su vestimenta, puesto que, lleva una túnica larga hasta los pies, representada frontalmente en el cuello mediante escote en pico. Sobre la túnica, un notable drapeado en forma de un grueso y amplio manto que le llegaría también hasta los pies. Bajo el codo del brazo derecho, aparece una caetra y en la zona lumbar izquierda junto a la cadera, vemos una castra sostenida por una correa que pasa por su hombro derecho. En su bíceps izquierdo vemos un pequeño relieve transversal, quizás se trate del extremo de la manga corta de la túnica o de un brazalete. Se ha perdido la zona de lo pies.

La técnica de fabricación de los exvotos era la fundición llamada «a la cera perdida» que fue la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Prerromana. En estas figuras están representados fieles de todas las clases: mujeres, varones, guerreros, etc…

Entre los exvotos ibéricos no se encuentra ninguno que represente a los dioses propios de su religión, ya que en ella el íbero busca ante todo una utilidad práctica.

La religión ibérica seguramente desconoció el sacrificio de víctimas en los santuarios salvo quizás el de palomas. Los íberos ofrecían a sus dioses estas figurillas o exvotos con formas diversas, en agradecimiento de un beneficio o para implorar una curación personal o propiciar un bien.

Esta religión tuvo un gran conservadurismo, no sólo en no dejarse influir por las divinidades de pueblos colonizadores, sino en no darse fenómenos de sincretismo en los santuarios. En cuanto a los exvotos, los artistas ibéricos no sólo no modifican lo temas recibidos, sino que les dan un carácter estático, repitiendo los modelos arcaicos consagrados por la tradición y copiándolos hasta el infinito.

Sin embargo, aunque en los santuarios ibéricos no hay asimilación a ningún dios griego o romano, si que sufrió una influencia de las religiones mediterráneas en cuanto al aspecto del culto: el empleo de exvotos. Este aspecto se encuentra en todo el Mediterráneo y los bronces ibéricos obedecen a prototipos mediterráneos, griegos o etruscos. Son normalmente de tipo personal, recuerdo de una curación o favor especial alcanzado o deseado de la divinidad a la que se ofrece, en esto son análogos a los exvotos de los santuarios griegos y sicilianos.

Historia

Siglo IV a.C. - III a.C.

  • Ibérico
  • Hierro II
El lugar de procedencia de este exvoto sería el Santuario del Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén). Las primeras investigaciones arqueológicas oficiales del santuario, sufragadas por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, se llevaron a cabo en 1916 bajo la dirección de Juan Cabré e Ignacio Calvo, excavaciones que se prolongarían hasta 1918. Las investigaciones permitieron situar cronológicamente este santuario entre los siglos IV-III a.C.

Bibliografía relacionada

ÁLVAREZ OSSORIO, F.

"Catálogo de los exvotos de bronce ibéricos",

Volúmen I y II. Museo Arqueológico Nacional. Madrid, 1941.

CALVO, I.; CABRÉ, J.

"Excavaciones y Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén)",

Memorias de la Junta Superior de Excavaciones. Campañas 1916-1917 y 1918. Madrid, 1917-1918 y 1919. 1916.

GARCÍA BELLIDO, A.

"Arte Ibérico en España",

Ed. Espasa-Calpe. Madrid, 1980.

LANTIER, R.

Bronzes votifs ibériques,

París, 1935.

NICOLINI, G.

Bronces Ibéricos,

Ed. Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1977.

NICOLINI, G.

"Les Bronzes Figurés des sanctuaires Ibériques",

Bibliothèque de L'École des Hautes Études Hispaniques, XLI. Presses Universitaires. París, 1969.

PRADOS, L.

Exvotos Ibéricos de bronce del Museo Arqueológico Nacional,

Ministerio de Cultura. Madrid, 1992.

PRADOS, L.

"Exvotos ibéricos de bronce: aspectos tipológicos y tecnológicos",

Trabajos de Prehistoria, 45, 1988. pp. 175-199.

PRADOS, L.

"Los exvotos anatómicos del Santuario Ibérico de Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén)",

Trabajos de Prehistoria, 49, 1991. pp. 313-332.

Figura de guerrero. Presenta una cabeza pequeña y desproporcionada en relación al resto del cuerpo, con un occipital bien marcado, la cara y el mentón prominentes. Los ojos en forma de pequeñas protuberancias, la nariz ha desaparecido, la boca es pequeña y dibujada mediante un trazo limado horizontal. Porta un casquete bajo, en el que en su parte posterior junto a las orejas, aparecen colgando unas trenzas gruesas y largas que enmarcan un robusto cuello. La figura presenta los hombros caídos y el brazo derecho extendido y flexionado, aunque ha perdido la mano. Por su parte, el brazo izquierdo también extendido y flexionado hacia abajo, muestra la mano empuñando probablemente, una lanza hoy perdida. La característica principal del guerrero es su vestimenta, puesto que, lleva una túnica larga hasta los pies, representada frontalmente en el cuello mediante escote en pico. Sobre la túnica, un notable drapeado en forma de un grueso y amplio manto que le llegaría también hasta los pies. Bajo el codo del brazo derecho, aparece una caetra y en la zona lumbar izquierda junto a la cadera, vemos una castra sostenida por una correa que pasa por su hombro derecho. En su bíceps izquierdo vemos un pequeño relieve transversal, quizás se trate del extremo de la manga corta de la túnica o de un brazalete. Se ha perdido la zona de lo pies.

La técnica de fabricación de los exvotos era la fundición llamada «a la cera perdida» que fue la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Prerromana. En estas figuras están representados fieles de todas las clases: mujeres, varones, guerreros, etc…

Entre los exvotos ibéricos no se encuentra ninguno que represente a los dioses propios de su religión, ya que en ella el íbero busca ante todo una utilidad práctica.

La religión ibérica seguramente desconoció el sacrificio de víctimas en los santuarios salvo quizás el de palomas. Los íberos ofrecían a sus dioses estas figurillas o exvotos con formas diversas, en agradecimiento de un beneficio o para implorar una curación personal o propiciar un bien.

Esta religión tuvo un gran conservadurismo, no sólo en no dejarse influir por las divinidades de pueblos colonizadores, sino en no darse fenómenos de sincretismo en los santuarios. En cuanto a los exvotos, los artistas ibéricos no sólo no modifican lo temas recibidos, sino que les dan un carácter estático, repitiendo los modelos arcaicos consagrados por la tradición y copiándolos hasta el infinito.

Sin embargo, aunque en los santuarios ibéricos no hay asimilación a ningún dios griego o romano, si que sufrió una influencia de las religiones mediterráneas en cuanto al aspecto del culto: el empleo de exvotos. Este aspecto se encuentra en todo el Mediterráneo y los bronces ibéricos obedecen a prototipos mediterráneos, griegos o etruscos. Son normalmente de tipo personal, recuerdo de una curación o favor especial alcanzado o deseado de la divinidad a la que se ofrece, en esto son análogos a los exvotos de los santuarios griegos y sicilianos.

Historia

Siglo IV a.C. - III a.C.

  • Ibérico
  • Hierro II
El lugar de procedencia de este exvoto sería el Santuario del Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén). Las primeras investigaciones arqueológicas oficiales del santuario, sufragadas por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, se llevaron a cabo en 1916 bajo la dirección de Juan Cabré e Ignacio Calvo, excavaciones que se prolongarían hasta 1918. Las investigaciones permitieron situar cronológicamente este santuario entre los siglos IV-III a.C.

Bibliografía relacionada

ÁLVAREZ OSSORIO, F.

"Catálogo de los exvotos de bronce ibéricos",

Volúmen I y II. Museo Arqueológico Nacional. Madrid, 1941.

CALVO, I.; CABRÉ, J.

"Excavaciones y Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén)",

Memorias de la Junta Superior de Excavaciones. Campañas 1916-1917 y 1918. Madrid, 1917-1918 y 1919. 1916.

GARCÍA BELLIDO, A.

"Arte Ibérico en España",

Ed. Espasa-Calpe. Madrid, 1980.

LANTIER, R.

Bronzes votifs ibériques,

París, 1935.

NICOLINI, G.

Bronces Ibéricos,

Ed. Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1977.

NICOLINI, G.

"Les Bronzes Figurés des sanctuaires Ibériques",

Bibliothèque de L'École des Hautes Études Hispaniques, XLI. Presses Universitaires. París, 1969.

PRADOS, L.

Exvotos Ibéricos de bronce del Museo Arqueológico Nacional,

Ministerio de Cultura. Madrid, 1992.

PRADOS, L.

"Exvotos ibéricos de bronce: aspectos tipológicos y tecnológicos",

Trabajos de Prehistoria, 45, 1988. pp. 175-199.

PRADOS, L.

"Los exvotos anatómicos del Santuario Ibérico de Collado de los Jardines (Santa Elena, Jaén)",

Trabajos de Prehistoria, 49, 1991. pp. 313-332.

Contacto

Museo Juan Cabré. C/ Joan Cabré, 7. 44610 Calaceite (Teruel)

978 851479 mjuancabre@aragon.es

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Condiciones de acceso:

Horario:
Invierno: jueves-sábado: de 11 a 14 h. y de 16:30 a 18:30 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h.
Verano: miércoles-sábado: de 11 a 14 h. y de 17 a 20:30 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h.

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