Ermita de Santiago

La Ermita de Santiago fue edificada en el siglo XI y se cita en los siglos medievales como albergue de peregrinos, pudiendo ser la explicación de la presentación actual. Es una obra singular porque se dispone en dos estancias; la del Este es el recinto cultual y está constituida por cabecera semicircular, hoy cercenada por un testero recto, separado de la nave por dos columnas que sustentan un arco fajón. Ambas  se cubren con bóveda de cañón, pero no en su estado original sino reconstruido en algún momento de ruina. Le da un carácter especial el banco corrido en los laterales y el suelo empedrado

La segunda de las estancias, a occidente, se sitúa en un nivel algo más alto. Los muros son de factura románica  y  en un primer tramo se cubre con una bóveda de cañón ya ligeramente apuntada, de buena factura, el resto es tejado a dos aguas. También presenta bancos corridos a los lados y suelo empedrado. La portada, en un nivel más alto todavía, es de factura románica, sin apenas decoración.