Ermita de Nuestra Señora de Treviño

La iglesia de Treviño es el único resto arquitectónico que pervive de un monasterio del que existen escasas referencias históricas. El conjunto se mantuvo en pie hasta bien avanzado el siglo XX. Estaba compuesto además por un claustro, una casa con torre y un cuerpo que servía como atrio de acceso.

Se trata de una iglesia construida en el primer tercio del siglo XIII en estilo románico tardío de transición al gótico. Su fábrica es de sillería dispuesta en hiladas regulares. Consta de nave única, con ábside semicircular al interior y poligonal al exterior orientado al Este y de dos capillas laterales.

La nave está cubierta por bóveda de cañón apuntado dividida en dos tramos por arcos fajones apeados en medias columnas con capiteles geométricos. El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera. Las capillas laterales se añadieron en el siglo XVII: la del lado norte se cubre con bóveda apuntada mientras que la opuesta lo hace mediante bóveda de lunetos.

La cabecera conserva pinturas murales románico-góticas fechadas en torno a los siglos XII y XIII, aunque bien podría tratarse de pinturas posteriores. El Pantocrátor aparece representado en la parte superior, aunque la escena está bastante mutilada y, rodeando a la escena principal del Pantocrátor, estarían los Cuatro Evangelistas. De éstos, dos de ellos (San Mateo y San Juan) han desaparecido y los otros dos (San Marcos y San Lucas) se conserva un 40% de la policromía. Finalmente, en la parte inferior, a ambos lados de la ventana original, se pueden ver escenas de la Vida de Cristo, apoyándose sobre una decoración geométrica. Todo ello, culmina con un texto corrido sobre la cornisa.

Hay dos puertas de acceso al templo. La que se abre en el muro Norte da al lugar donde estaba el claustro y serviría para entrar desde el recinto monástico. Está precedida por un pórtico cubierto con bóveda de crucería encajada en arcos de trazado apuntado. Abre en arco de medio punto, cuyo intradós está recorrido por una banda de baquetones y se halla enmarcada por tres arquivoltas que apean en capiteles con decoración geométrica.

La puerta del muro de los pies, antiguo acceso desde el exterior, es de menores dimensiones. Abre en arco de medio punto enmarcado por una moldura decorada con puntas de diamante y presenta tímpano con un sencillo. Sobre esta puerta se abre una interesante ventana en doble arco de medio punto, el primero monolítico y el segundo dovelado, apoyados ambos sobre columnas con capitel troncocónico.

El alero está sostenido por ménsulas de piedra que presentan diversos motivos decorativos (rostros, elementos geométricos) de factura tosca.