El Castell
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Ciscar ya existía en 1131, bajo el nombre de Siscar. Desde 1137 su iglesia perteneció a la orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén por donación de Ramón Berenguer IV, perdurando su encomienda hasta el siglo XIV. Es posible que el castillo existiera ya en aquella época, pues hay noticias de que Arnal de Siscar renunció a los derechos sobre el castillo a favor del Hospital. Posteriormente pudo ser construido un edificio palaciego, que en el siglo XVI ya pertenecía a los Valongas. En el siglo XVIII fue abandonado por sus propietarios y pasó a manos de particulares que modificaron tanto el exterior como el interior.
Se trata de un gran edificio situado en la parte alta de la población, junto a la iglesia con la que forma conjunto. Su planta es rectangular, con las paredes enlucidas aunque denota su obra de ladrillo con las esquinas reforzadas por sillares. Está circundado por un alto paredón de mampostería que delimita la plataforma rocosa en la que se asienta. Por los vestigios existentes, es posible que este amurallamiento abarcara también a la inmediata iglesia. En la actualidad se encuentra habitado, por lo que se le han practicado huecos habilitados para ventanas y balcones, aunque bajo su moderno tejado se advierten las antiguas almenas, perforadas por estrechas saeteras. La puerta de ingreso mira hacia el templo, es de arco de medio punto formado por ladrillos macizos.
La iglesia esta separada unos quince metros del caserón. De estilo románico y nave única con ábside semicircular, posee una gran portada en arco con grande dovelas; sobre ella se construyó un cuerpo de campanas rematado por una espadaña.
Historia
Declaración. Siglo XXI, 2006
Bibliografía relacionada
Ciscar ya existía en 1131, bajo el nombre de Siscar. Desde 1137 su iglesia perteneció a la orden hospitalaria de San Juan de Jerusalén por donación de Ramón Berenguer IV, perdurando su encomienda hasta el siglo XIV. Es posible que el castillo existiera ya en aquella época, pues hay noticias de que Arnal de Siscar renunció a los derechos sobre el castillo a favor del Hospital. Posteriormente pudo ser construido un edificio palaciego, que en el siglo XVI ya pertenecía a los Valongas. En el siglo XVIII fue abandonado por sus propietarios y pasó a manos de particulares que modificaron tanto el exterior como el interior.
Se trata de un gran edificio situado en la parte alta de la población, junto a la iglesia con la que forma conjunto. Su planta es rectangular, con las paredes enlucidas aunque denota su obra de ladrillo con las esquinas reforzadas por sillares. Está circundado por un alto paredón de mampostería que delimita la plataforma rocosa en la que se asienta. Por los vestigios existentes, es posible que este amurallamiento abarcara también a la inmediata iglesia. En la actualidad se encuentra habitado, por lo que se le han practicado huecos habilitados para ventanas y balcones, aunque bajo su moderno tejado se advierten las antiguas almenas, perforadas por estrechas saeteras. La puerta de ingreso mira hacia el templo, es de arco de medio punto formado por ladrillos macizos.
La iglesia esta separada unos quince metros del caserón. De estilo románico y nave única con ábside semicircular, posee una gran portada en arco con grande dovelas; sobre ella se construyó un cuerpo de campanas rematado por una espadaña.