Discos de plata esmaltada pertenecientes a Don Alonso de Aragón
Enlaces relacionados
El interior de la Seo, destaca por su multitud de bienes, muchos de ellos pertenecientes a enterramientos. El enterramiento de Don Alonso de Aragón, en el año 1520, arzobispo de Zaragoza desde 1478, se encontraba ante el altar mayor, señalizado por unas laudas sepulcrales, en paralelo a la del también arzobispo de Zaragoza, Don Juan de Aragón.
En este enterramiento se localizaron dos discos de plata convexos en el anverso y cóncavos en el reverso. Tienen forma de pequeños tondos y miden cuarenta y seis milímetros de diámetro. Se adornan con oro y restos de esmalte en rojo, verde y ámbar.
Posiblemente sirvieran de adorno a una capa pluvial. En el borde, cada uno de ellos tiene varios orificios por los que, seguramente, se cosería la tela. De hecho se han encontrado restos de tela adheridos al reverso de uno de ellos. Por el aspecto y características de la fibra, perece ser seda.
En cada uno de los discos, se representan las imágenes de Jesús y la Virgen. Ambos visten túnicas a la cintura y manto. La Virgen lleva un tocado o velo y se encuentra en actitud orante. Jesucristo luce melena corta y ondulada (con un pronunciado rizo en la
frente) y abundante barba corta, con la mano derecha en actitud de bendecir y asiendo con la izquierda la bola con la cruz (la mano coge la bola por su parte superior en vez de por la inferior, como es lo habitual).
La figura está tallada en bajorrelieve salvo las partes de oro (cabeza y corona, manos, bola y cruz) que están resaltadas y sin volumen salvo en la barba de Jesucristo, donde se aprecia un leve relieve. El fondo de estos pequeños tondos está decorado con líneas incisas oblicuas que se cruzan formando cuadrados que albergan un punto o un aspa alternadamente.
El fondo, aparece delimitado por un filo de esmalte rojo y el borde de plata dorada, donde se ubican los orificios. Los esmaltes utilizados son translúcidos, menos el
rojo, que es opaco, y se distribuyen de la siguiente manera: Los fondos en verde; las túnicas posiblemente alternasen el ámbar y el verde; los mantos en ámbar claro en el interior y oscuro en el exterior; el nimbo de la Virgen en rojo (delimitado por un filo de
oro) y el de Jesús en oro, con una cruz decussata (en forma de aspa) inscrita en ámbar oscuro.
En el reverso tienen todo el borde decorado con puntos excavados que, en algunos casos horadan la placa metálica (es el caso de dos de ellos, contiguos). En el reverso del que representa a Jesucristo hay una inscripción incisa.
Historia
Construcción original. Siglo XVI
Restauración. Siglo XX
Bibliografía relacionada
El interior de la Seo, destaca por su multitud de bienes, muchos de ellos pertenecientes a enterramientos. El enterramiento de Don Alonso de Aragón, en el año 1520, arzobispo de Zaragoza desde 1478, se encontraba ante el altar mayor, señalizado por unas laudas sepulcrales, en paralelo a la del también arzobispo de Zaragoza, Don Juan de Aragón.
En este enterramiento se localizaron dos discos de plata convexos en el anverso y cóncavos en el reverso. Tienen forma de pequeños tondos y miden cuarenta y seis milímetros de diámetro. Se adornan con oro y restos de esmalte en rojo, verde y ámbar.
Posiblemente sirvieran de adorno a una capa pluvial. En el borde, cada uno de ellos tiene varios orificios por los que, seguramente, se cosería la tela. De hecho se han encontrado restos de tela adheridos al reverso de uno de ellos. Por el aspecto y características de la fibra, perece ser seda.
En cada uno de los discos, se representan las imágenes de Jesús y la Virgen. Ambos visten túnicas a la cintura y manto. La Virgen lleva un tocado o velo y se encuentra en actitud orante. Jesucristo luce melena corta y ondulada (con un pronunciado rizo en la
frente) y abundante barba corta, con la mano derecha en actitud de bendecir y asiendo con la izquierda la bola con la cruz (la mano coge la bola por su parte superior en vez de por la inferior, como es lo habitual).
La figura está tallada en bajorrelieve salvo las partes de oro (cabeza y corona, manos, bola y cruz) que están resaltadas y sin volumen salvo en la barba de Jesucristo, donde se aprecia un leve relieve. El fondo de estos pequeños tondos está decorado con líneas incisas oblicuas que se cruzan formando cuadrados que albergan un punto o un aspa alternadamente.
El fondo, aparece delimitado por un filo de esmalte rojo y el borde de plata dorada, donde se ubican los orificios. Los esmaltes utilizados son translúcidos, menos el
rojo, que es opaco, y se distribuyen de la siguiente manera: Los fondos en verde; las túnicas posiblemente alternasen el ámbar y el verde; los mantos en ámbar claro en el interior y oscuro en el exterior; el nimbo de la Virgen en rojo (delimitado por un filo de
oro) y el de Jesús en oro, con una cruz decussata (en forma de aspa) inscrita en ámbar oscuro.
En el reverso tienen todo el borde decorado con puntos excavados que, en algunos casos horadan la placa metálica (es el caso de dos de ellos, contiguos). En el reverso del que representa a Jesucristo hay una inscripción incisa.