Corral de Calvo
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Ayuntamiento de Luesia
Plaza del General Varela, s/n. 50619 Luesia (Zaragoza)
976 673 325
luesia@dpz.esEl yacimiento de «El Corral de Calvo» se sitúa en un cerro, en la margen derecha del río Arba, junto a la Sierra de Santo Domingo, rodeada de una espesa vegetación. Desde el propio yacimiento se aprecian las crestas rocosas de la Sierra, que discurre en dirección a Biel.
El yacimiento se divide en dos partes: la zona monumental, excavada y protegida, y un amplio entorno, en el que se pueden extender los restos arqueológicos. Los procesos de excavación arqueológica han proporcionado nuevas informaciones en especial a la extensión total del yacimiento, el tipo de ocupación y el desarrollo posterior a la Alta Edad Media.
La cronología de la zona monumental ha quedado fijada en el periodo de Sancho II El Mayor de Navarra, en torno a 1025-1030, en el contexto de la defensa y reconstrucción de la frontera con el Islam.
La funcionalidad del conjunto parece clara, es un asentamiento bien resguardado, dedicado a la explotación del entorno próximo, a caballo entre una pequeña aldea y una villa de tradición tardorromana, pero también pudo ser un pequeño monasterio.
La tipología de la construcción de la iglesia reviste un valor excepcional al servir de aproximación a lo que fue el arte y la arquitectura del entorno del año 1000, antes de la recepción del Arte Románico. Se trata de un edificio de una sola nave, con la cabecera recta y bien diferenciada en planta. Se utiliza la sillería, el arco de medio punto e incluso una sobria escultura decorativa.
De la excavación destacan dos estancias de un edificio hispanovisigodo, la primera de planta cuadrada. Entre estos restos sobresale la portada, hacia el oeste con arco de medio punto y friso decorado, en todo su frente, con un fino sosegado y denticulados. Una pequeña ventana abocinada se situa en el lado este y una puerta abierta en el siglo X en el lado norte. Los muros están construidos con sillares de arenisca, con la técnica de dos hiladas de sillares regulares a soga y tizón, con el hueco interior relleno de cal y sillarejo.
Otros aspectos del yacimiento, como las tumbas con «conchas de peregrino» o la presencia de cerámicas de tradición islámica, son elementos que enriquecen el valor del conjunto. Asimismo, la existencia del pequeño relieve prerrománico conservado en Luesia e interpretado como el rey cristiano preparado para salir al combate, portando una cruz procesional, configuran un conjunto excepcional del arte prerrománico de la zona, en relación con los restos de Murillo de Gállego, Sos del Rey Católico y Uncastillo, entre otros.
En los años 1985 y 1986 se procedió a la restauración y consolidación de los muros en la zona del ábside y la nave de la iglesia-ermita. en 1999 se realizó la revovación de la cubierta ante el avanzado estado de deterioro que presentaba. Las intervenciones fueron promovidas por el Gobierno de Aragón que invirtió un total de 16.661 euros.
El yacimiento fue declado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica, mediante Decreto 226/2008, de 18 de noviembre, del Gobierno de Aragón, publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 2 de diciembre de 2008.
Bibliografía relacionada
El yacimiento de «El Corral de Calvo» se sitúa en un cerro, en la margen derecha del río Arba, junto a la Sierra de Santo Domingo, rodeada de una espesa vegetación. Desde el propio yacimiento se aprecian las crestas rocosas de la Sierra, que discurre en dirección a Biel.
El yacimiento se divide en dos partes: la zona monumental, excavada y protegida, y un amplio entorno, en el que se pueden extender los restos arqueológicos. Los procesos de excavación arqueológica han proporcionado nuevas informaciones en especial a la extensión total del yacimiento, el tipo de ocupación y el desarrollo posterior a la Alta Edad Media.
La cronología de la zona monumental ha quedado fijada en el periodo de Sancho II El Mayor de Navarra, en torno a 1025-1030, en el contexto de la defensa y reconstrucción de la frontera con el Islam.
La funcionalidad del conjunto parece clara, es un asentamiento bien resguardado, dedicado a la explotación del entorno próximo, a caballo entre una pequeña aldea y una villa de tradición tardorromana, pero también pudo ser un pequeño monasterio.
La tipología de la construcción de la iglesia reviste un valor excepcional al servir de aproximación a lo que fue el arte y la arquitectura del entorno del año 1000, antes de la recepción del Arte Románico. Se trata de un edificio de una sola nave, con la cabecera recta y bien diferenciada en planta. Se utiliza la sillería, el arco de medio punto e incluso una sobria escultura decorativa.
De la excavación destacan dos estancias de un edificio hispanovisigodo, la primera de planta cuadrada. Entre estos restos sobresale la portada, hacia el oeste con arco de medio punto y friso decorado, en todo su frente, con un fino sosegado y denticulados. Una pequeña ventana abocinada se situa en el lado este y una puerta abierta en el siglo X en el lado norte. Los muros están construidos con sillares de arenisca, con la técnica de dos hiladas de sillares regulares a soga y tizón, con el hueco interior relleno de cal y sillarejo.
Otros aspectos del yacimiento, como las tumbas con «conchas de peregrino» o la presencia de cerámicas de tradición islámica, son elementos que enriquecen el valor del conjunto. Asimismo, la existencia del pequeño relieve prerrománico conservado en Luesia e interpretado como el rey cristiano preparado para salir al combate, portando una cruz procesional, configuran un conjunto excepcional del arte prerrománico de la zona, en relación con los restos de Murillo de Gállego, Sos del Rey Católico y Uncastillo, entre otros.
En los años 1985 y 1986 se procedió a la restauración y consolidación de los muros en la zona del ábside y la nave de la iglesia-ermita. en 1999 se realizó la revovación de la cubierta ante el avanzado estado de deterioro que presentaba. Las intervenciones fueron promovidas por el Gobierno de Aragón que invirtió un total de 16.661 euros.
El yacimiento fue declado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica, mediante Decreto 226/2008, de 18 de noviembre, del Gobierno de Aragón, publicado en el Boletín Oficial de Aragón del día 2 de diciembre de 2008.
Bibliografía relacionada
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luesia@dpz.es