Conjunto Histórico de Linares de Mora
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El conjunto histórico de Linares de Mora se localiza en el Valle Alto, en la margen izquierda del río Linares, en plena Sierra de Gúdar, y sobre un asentamiento rocoso rodeado de montañas. El caserío de Linares de Mora desciende en gradas perfectamente configuradas hacia el valle. El campanario, exento y situado en el vértice del recinto urbano, y el castillo enmarcan la figura de la iglesia, que domina todo el conjunto.
Este bello conjunto fue recuperado por Alfonso II de Aragón en 1181, en manos de los musulmanes hasta entonces. La defensa de esta villa se confía a la orden militar de los Templarios, que junto a un recinto amurallado protegían la ciudad. El Castillo de origen musulmán se encuentra en el punto más elevado de la roca y aún conserva gran parte de sus muros. La muralla, que recorría la totalidad de la población, contaba con puertas en los extremos Oeste y Noreste. De la antigua fortaleza se conservan todavía tres portales, situados al Este: el Portal de Abajo, principal acceso al recinto, el Portal de Enmedio, y el Portal Alto, que da acceso al Barrio del Hospital, zona más popular y rural de todo el conjunto, desarrollada en torno al Antiguo Hospital y ermita de Santa Lucía.
Además de su interesante caserío y la disposición medieval de sus calles, es de admirar la iglesia parroquial, construida en el siglo XVIII, dedicada a la Inmaculada y considerada un gran ejemplo de los templos construidos en estilo Barroco en Teruel.
Historia
Declaración. Siglo XXI, 2006-08-24
Bibliografía relacionada
El conjunto histórico de Linares de Mora se localiza en el Valle Alto, en la margen izquierda del río Linares, en plena Sierra de Gúdar, y sobre un asentamiento rocoso rodeado de montañas. El caserío de Linares de Mora desciende en gradas perfectamente configuradas hacia el valle. El campanario, exento y situado en el vértice del recinto urbano, y el castillo enmarcan la figura de la iglesia, que domina todo el conjunto.
Este bello conjunto fue recuperado por Alfonso II de Aragón en 1181, en manos de los musulmanes hasta entonces. La defensa de esta villa se confía a la orden militar de los Templarios, que junto a un recinto amurallado protegían la ciudad. El Castillo de origen musulmán se encuentra en el punto más elevado de la roca y aún conserva gran parte de sus muros. La muralla, que recorría la totalidad de la población, contaba con puertas en los extremos Oeste y Noreste. De la antigua fortaleza se conservan todavía tres portales, situados al Este: el Portal de Abajo, principal acceso al recinto, el Portal de Enmedio, y el Portal Alto, que da acceso al Barrio del Hospital, zona más popular y rural de todo el conjunto, desarrollada en torno al Antiguo Hospital y ermita de Santa Lucía.
Además de su interesante caserío y la disposición medieval de sus calles, es de admirar la iglesia parroquial, construida en el siglo XVIII, dedicada a la Inmaculada y considerada un gran ejemplo de los templos construidos en estilo Barroco en Teruel.