Conjunto Histórico de Huesca
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La ciudad de Huesca tuvo su origen hace unos dos mil quinientos años, sobre un cerro que hoy domina la comarca de la Hoya. Los restos arqueológicos más antiguos encontrados en esta ciudad son los provenientes de un asentamiento que se convertiría en el poblado ibérico denominado Bolskan. Fue romanizado a comienzos del siglo II a.C., recibiendo de Octavio Augusto el nombre de Osca y la categoría de municipio. El Museo de Huesca conserva importantes piezas arqueológicas pertenecientes a estos primeros moradores oscenses.
Tras la conquista de la Península Ibérica por los árabes, Huesca fue, durante 400 años, la ciudad islámica situada más al Norte de España. Tras su expulsión los edificios musulmanes se donaron a estamentos religiosos cristianos, por lo que cambiaron su estructura y función. Las murallas de Huesca revelan el pasado islámico de la ciudad, así como la antigua mezquita de la Zuda donada a la Abadía de Montearagón y reconvertida en la Iglesia de la Santa Cruz. En el interior de la Zuda se levanta, en el siglo XIII, el Palacio Real y en el siglo XIV la Universidad, siendo la más antigua de Aragón. Estas dependencias son ocupadas actualmente por las salas del Museo de Huesca inaugurado en 1873.
El pasado medieval de Huesca está patente en numerosos e importantes edificios como la iglesia de San Pedro el Viejo, o la Catedral, cuya construcción se comenzó en el siglo XIII. Ambas constituyen una muestra de los estilos artísticos imperantes en la época: el Románico y el Gótico respectivamente. Muchas fueron las iglesias levantadas en estilo románico como la de San Miguel o la de la Magdalena. Además, todavía perduran edificios civiles, antiguos palacios medievales, de los que es ejemplo la Casa de los Ena.
Al final de la Edad Media la convivencia entre cristianos y los profesos del Islam y el Judaísmo se resiente, hecho que terminó con la expulsión de judíos y árabes de la Península Ibérica. Aún se puede recordar la vida de los judíos en Huesca paseando por el llamado Barrio Nuevo, la antigua judería, a la que se accedía por la puerta del Remián.
Huesca florece al amparo de la Catedral y la Universidad, por lo que a lo largo del siglo XV y el XVI se levantan significativos edificios civiles y religiosos: el Colegio de Santiago, el Colegio de San Vicente, el Museo Diocesano, el Palacio episcopal, casas señoriales como la Casa Climet, el Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, hoy colegio Universitario o el Ayuntamiento, iniciado en el siglo XV y que conserva un importante cuadro que narra la leyenda de la Campana de Huesca protagonizada por el Rey Ramiro II el Monje.
El espíritu de exaltación de la fe que provoca la contrarreforma en el siglo XVII, dio lugar a la proliferación de edificios religiosos en toda España. En Huesca destaca la construcción de la iglesia de San Vicente el Real, que sigue el modelo barroco de iglesia jesuita, la iglesia de Santo Domingo y San Martín, el Convento de Santa Clara y una serie de ermitas erigidas sobre antiguos templos medievales a las afueras de la ciudad como son la Ermita de Santa María de Loreto y la de Santa María de Salas. La iglesia barroca más importante de Huesca será sin duda San Lorenzo, levantada en honor al patrón de la ciudad. La Casa Oña, que albergó el antiguo Gobierno Civil y La Casa Claver son una muestra de las casas señoriales edificadas durante el siglo XVII y el XVIII.
En el siglo XIX, Huesca se convierte en la capital de la provincia de Huesca y en una ciudad moderna fruto del progreso industrial y la llegada del ferrocarril. Son numerosos los edificios que plasman la utilización de nuevos materiales y nuevos estilos artísticos de principios del siglo XX. De estilo modernista son el Casino construido en 1877 para albergar el Círculo Oscense y el Matadero Municipal. La arquitectura revisionista e historicista tiene su ejemplo en la ciudad de Huesca en el Teatro Olimpia, de 1925 y que imita el frontal de un templo clásico.
Uno de los mayores atractivos de la ciudad es el parque Miguel Servet donde se pueden admirar obras de importantes escultores contemporáneos. Destacan la Evocación de Dédalo y el Busto de Miguel Servet de Felipe Coscolla y las Pajaritas de Ramón Acín, todo un símbolo de la ciudad.
La actualidad de Huesca se refleja en nuevas construcciones y rehabilitaciones, como la intervención en 1987 en el edificio de la Diputación Provincial, un antiguo convento franciscano del siglo XIII, y la apertura de nuevas instalaciones museísticas como el Centro de Arte y Naturaleza de la Fundación Beulas (CDAN) y el Museo Pedagógico de Aragón.
Historia
Origen. Siglo V a.C.
Siglo III a.C - XI
Siglo XIII - XVI
Siglo XVII - XVIII
Siglo XIX - XXI
Declaración. Siglo XX, 1971-07-25
Bibliografía relacionada
La ciudad de Huesca tuvo su origen hace unos dos mil quinientos años, sobre un cerro que hoy domina la comarca de la Hoya. Los restos arqueológicos más antiguos encontrados en esta ciudad son los provenientes de un asentamiento que se convertiría en el poblado ibérico denominado Bolskan. Fue romanizado a comienzos del siglo II a.C., recibiendo de Octavio Augusto el nombre de Osca y la categoría de municipio. El Museo de Huesca conserva importantes piezas arqueológicas pertenecientes a estos primeros moradores oscenses.
Tras la conquista de la Península Ibérica por los árabes, Huesca fue, durante 400 años, la ciudad islámica situada más al Norte de España. Tras su expulsión los edificios musulmanes se donaron a estamentos religiosos cristianos, por lo que cambiaron su estructura y función. Las murallas de Huesca revelan el pasado islámico de la ciudad, así como la antigua mezquita de la Zuda donada a la Abadía de Montearagón y reconvertida en la Iglesia de la Santa Cruz. En el interior de la Zuda se levanta, en el siglo XIII, el Palacio Real y en el siglo XIV la Universidad, siendo la más antigua de Aragón. Estas dependencias son ocupadas actualmente por las salas del Museo de Huesca inaugurado en 1873.
El pasado medieval de Huesca está patente en numerosos e importantes edificios como la iglesia de San Pedro el Viejo, o la Catedral, cuya construcción se comenzó en el siglo XIII. Ambas constituyen una muestra de los estilos artísticos imperantes en la época: el Románico y el Gótico respectivamente. Muchas fueron las iglesias levantadas en estilo románico como la de San Miguel o la de la Magdalena. Además, todavía perduran edificios civiles, antiguos palacios medievales, de los que es ejemplo la Casa de los Ena.
Al final de la Edad Media la convivencia entre cristianos y los profesos del Islam y el Judaísmo se resiente, hecho que terminó con la expulsión de judíos y árabes de la Península Ibérica. Aún se puede recordar la vida de los judíos en Huesca paseando por el llamado Barrio Nuevo, la antigua judería, a la que se accedía por la puerta del Remián.
Huesca florece al amparo de la Catedral y la Universidad, por lo que a lo largo del siglo XV y el XVI se levantan significativos edificios civiles y religiosos: el Colegio de Santiago, el Colegio de San Vicente, el Museo Diocesano, el Palacio episcopal, casas señoriales como la Casa Climet, el Hospital de Nuestra Señora de la Esperanza, hoy colegio Universitario o el Ayuntamiento, iniciado en el siglo XV y que conserva un importante cuadro que narra la leyenda de la Campana de Huesca protagonizada por el Rey Ramiro II el Monje.
El espíritu de exaltación de la fe que provoca la contrarreforma en el siglo XVII, dio lugar a la proliferación de edificios religiosos en toda España. En Huesca destaca la construcción de la iglesia de San Vicente el Real, que sigue el modelo barroco de iglesia jesuita, la iglesia de Santo Domingo y San Martín, el Convento de Santa Clara y una serie de ermitas erigidas sobre antiguos templos medievales a las afueras de la ciudad como son la Ermita de Santa María de Loreto y la de Santa María de Salas. La iglesia barroca más importante de Huesca será sin duda San Lorenzo, levantada en honor al patrón de la ciudad. La Casa Oña, que albergó el antiguo Gobierno Civil y La Casa Claver son una muestra de las casas señoriales edificadas durante el siglo XVII y el XVIII.
En el siglo XIX, Huesca se convierte en la capital de la provincia de Huesca y en una ciudad moderna fruto del progreso industrial y la llegada del ferrocarril. Son numerosos los edificios que plasman la utilización de nuevos materiales y nuevos estilos artísticos de principios del siglo XX. De estilo modernista son el Casino construido en 1877 para albergar el Círculo Oscense y el Matadero Municipal. La arquitectura revisionista e historicista tiene su ejemplo en la ciudad de Huesca en el Teatro Olimpia, de 1925 y que imita el frontal de un templo clásico.
Uno de los mayores atractivos de la ciudad es el parque Miguel Servet donde se pueden admirar obras de importantes escultores contemporáneos. Destacan la Evocación de Dédalo y el Busto de Miguel Servet de Felipe Coscolla y las Pajaritas de Ramón Acín, todo un símbolo de la ciudad.
La actualidad de Huesca se refleja en nuevas construcciones y rehabilitaciones, como la intervención en 1987 en el edificio de la Diputación Provincial, un antiguo convento franciscano del siglo XIII, y la apertura de nuevas instalaciones museísticas como el Centro de Arte y Naturaleza de la Fundación Beulas (CDAN) y el Museo Pedagógico de Aragón.
Historia
Origen. Siglo V a.C.
Siglo III a.C - XI
Siglo XIII - XVI
Siglo XVII - XVIII
Siglo XIX - XXI
Declaración. Siglo XX, 1971-07-25
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974292170 oficina@huescaturismo.com