Conjunto Histórico de Borja
Borja está situado en el valle medio del río Huecha y ocupa las laderas de un elevado cerro coronado con los restos de su castillo, expandiéndose su caserío por la llanura circundante. Lo más destacable de Borja es la estructura urbana de su caserío y la numerosa arquitectura renacentista conservada que incluye algunos de los mejores y más valiosos ejemplos de todo Aragón. Su estructura urbana parte de un casco medieval que se asienta en las laderas de un elevado cerro coronado con los restos de su castillo y que durante la Edad Moderna se expandió hacia el sur, ocupando la llanura circundante. Su patrimonio edificado es rico en contenidos: una arquitectura militar integrada por el castillo y las puertas conservadas, una importante arquitectura religiosa en la cual destacan la ex colegiata de Santa María y los numerosos conventos, una arquitectura civil representada por la Casa Consistorial y abundantes ejemplos de casas señoriales renacentistas.
Borja todavía conserva gran parte de las características históricas, urbanas y arquitectónicas que llevaron a incoar el procedimiento para su declaración como conjunto histórico en el año 1984.
Según algunos autores, su origen se remonta a un asentamiento del siglo VII a.C. en el cerro de la Cueva del Esquilar, sobre el que en el siglo III a.C. se dispuso la Bursau celtibérica. Durante la dominación romana pasó a denominarse Borsao y a partir del siglo III d.C la población se concentró en las partes altas de los cerros de la Corona y el Castillo. Ya en la Edad Media, los musulmanes se establecieron en el siglo VIII sobre la antigua Borsao y fortificaron la peña del actual castillo. El nuevo asentamiento se denominó Bur-ah y en el siglo IX contaría con un caserío amurallado que ocuparía el actual barrio del Cinto. En el siglo XI se construyó una segunda línea de muralla cuyo trazado serían las actuales calles San Bartolomé y Cardona.
En 1122 Bur-ah -ahora Borja- fue reconquistada por Alfonso I y se incorporó al reino de Aragón. A partir de este momento se construyó la iglesia de Santa María y poco después las de San Miguel y San Bartolomé. La población se distribuyó según sus creencias: los judíos en barrio del Cinto, los musulmanes en el de San Juan y los cristianos en los barrios de San Bartolomé, Santa María y San Miguel. De época medieval se conservan restos de un castillo perteneciente a Don Pedro de Atarés. El mudéjar aragonés cuenta también con ejemplos en esta localidad destacando la llamada Casa de la Estanca, construida entre 542-1543 por Antón de Veoxa el mismo arquitecto de la Colegiata de Santa María. La ex colegiata conserva restos de su fábrica original en el siglo XII y muestra estilos diferentes debido a sus sucesivas ampliaciones.
En 1438 se le concedió el título de Ciudad y ese mismo siglo, extramuros y al noroeste de la ciudad se desarrolló el barrio de Sayón. La Edad Moderna fue un periodo de esplendor socioeconómico, artístico y religioso. En los siglos XVI y XVII la ciudad creció hacia el suroeste, se trazaron las calles de San Francisco y mayor. En la calle San Juan Alta, se sitúa la Casa de las Conchas de la familia Vera, un magnífico edificio de fines del siglo XV hoy restaurado. En este siglo, junto a la Plaza del Mercado los Angulo construyeron también su vivienda en estilo gótico tardío. Del siglo XVI y ejemplos del modelo de palacio aragonés son la Casa de los Ojeda y la Casa de los Aguilar, restaurado y convertido en sede del Centro de Estudios Borjanos, de la Institución «Fernando el Católico».
En el siglo XVIII se desarrollaron el ensanche de Barrionuevo y el de las calles Tintes y Tejadas. La prosperidad de esta etapa se reflejó en una intensa actividad constructiva: la Casa Consistorial, el Hospital de Peregrinos, numerosas casas y palacios renacentistas, la reforma y ampliación de las iglesias de Santa María, San Bartolomé y San Miguel, así como la construcción de cinco nuevos conventos: Agustinos (desaparecido), Clarisas, Capuchinos, Dominicos y Concepcionistas, que se sumaban al de San Francisco que también fue reformado y ermitas como la del Santo Sepulcro y la Misericordia.
En el siglo XX parte del casco histórico medieval fue abandonado por el traslado de la población a los nuevos barrios periféricos o incluso otras poblaciones, pero afortunadamente a mediados de los años 70 comenzó un nuevo periodo de prosperidad que duró hasta la primera década del siglo XXI y durante el que se mejoraron las infraestructuras y se rehabilitaron algunos de los edificios más destacados del centro histórico. Borja conserva una importante muestra de arquitectura del siglo XX: el Cine Teatro Cervantes construido por el Arquitecto Santiago Lagunas en 1946.
Historia
Origen. Siglo III a.C.
Siglo XII - XV
Siglo XVI - XVII
Siglo XVIII - XIX
Durante el siglo XIX protagoniza una importante recuperación, fruto en buena medida del incremento alcanzado en la producción del vino que desde aquí se exporta a los mercados europeos.
Siglo XX - XXI
Declaración. Siglo XX - XXI, 1984-07-05 - 2014-08-06
Bibliografía relacionada
Borja está situado en el valle medio del río Huecha y ocupa las laderas de un elevado cerro coronado con los restos de su castillo, expandiéndose su caserío por la llanura circundante. Lo más destacable de Borja es la estructura urbana de su caserío y la numerosa arquitectura renacentista conservada que incluye algunos de los mejores y más valiosos ejemplos de todo Aragón. Su estructura urbana parte de un casco medieval que se asienta en las laderas de un elevado cerro coronado con los restos de su castillo y que durante la Edad Moderna se expandió hacia el sur, ocupando la llanura circundante. Su patrimonio edificado es rico en contenidos: una arquitectura militar integrada por el castillo y las puertas conservadas, una importante arquitectura religiosa en la cual destacan la ex colegiata de Santa María y los numerosos conventos, una arquitectura civil representada por la Casa Consistorial y abundantes ejemplos de casas señoriales renacentistas.
Borja todavía conserva gran parte de las características históricas, urbanas y arquitectónicas que llevaron a incoar el procedimiento para su declaración como conjunto histórico en el año 1984.
Según algunos autores, su origen se remonta a un asentamiento del siglo VII a.C. en el cerro de la Cueva del Esquilar, sobre el que en el siglo III a.C. se dispuso la Bursau celtibérica. Durante la dominación romana pasó a denominarse Borsao y a partir del siglo III d.C la población se concentró en las partes altas de los cerros de la Corona y el Castillo. Ya en la Edad Media, los musulmanes se establecieron en el siglo VIII sobre la antigua Borsao y fortificaron la peña del actual castillo. El nuevo asentamiento se denominó Bur-ah y en el siglo IX contaría con un caserío amurallado que ocuparía el actual barrio del Cinto. En el siglo XI se construyó una segunda línea de muralla cuyo trazado serían las actuales calles San Bartolomé y Cardona.
En 1122 Bur-ah -ahora Borja- fue reconquistada por Alfonso I y se incorporó al reino de Aragón. A partir de este momento se construyó la iglesia de Santa María y poco después las de San Miguel y San Bartolomé. La población se distribuyó según sus creencias: los judíos en barrio del Cinto, los musulmanes en el de San Juan y los cristianos en los barrios de San Bartolomé, Santa María y San Miguel. De época medieval se conservan restos de un castillo perteneciente a Don Pedro de Atarés. El mudéjar aragonés cuenta también con ejemplos en esta localidad destacando la llamada Casa de la Estanca, construida entre 542-1543 por Antón de Veoxa el mismo arquitecto de la Colegiata de Santa María. La ex colegiata conserva restos de su fábrica original en el siglo XII y muestra estilos diferentes debido a sus sucesivas ampliaciones.
En 1438 se le concedió el título de Ciudad y ese mismo siglo, extramuros y al noroeste de la ciudad se desarrolló el barrio de Sayón. La Edad Moderna fue un periodo de esplendor socioeconómico, artístico y religioso. En los siglos XVI y XVII la ciudad creció hacia el suroeste, se trazaron las calles de San Francisco y mayor. En la calle San Juan Alta, se sitúa la Casa de las Conchas de la familia Vera, un magnífico edificio de fines del siglo XV hoy restaurado. En este siglo, junto a la Plaza del Mercado los Angulo construyeron también su vivienda en estilo gótico tardío. Del siglo XVI y ejemplos del modelo de palacio aragonés son la Casa de los Ojeda y la Casa de los Aguilar, restaurado y convertido en sede del Centro de Estudios Borjanos, de la Institución «Fernando el Católico».
En el siglo XVIII se desarrollaron el ensanche de Barrionuevo y el de las calles Tintes y Tejadas. La prosperidad de esta etapa se reflejó en una intensa actividad constructiva: la Casa Consistorial, el Hospital de Peregrinos, numerosas casas y palacios renacentistas, la reforma y ampliación de las iglesias de Santa María, San Bartolomé y San Miguel, así como la construcción de cinco nuevos conventos: Agustinos (desaparecido), Clarisas, Capuchinos, Dominicos y Concepcionistas, que se sumaban al de San Francisco que también fue reformado y ermitas como la del Santo Sepulcro y la Misericordia.
En el siglo XX parte del casco histórico medieval fue abandonado por el traslado de la población a los nuevos barrios periféricos o incluso otras poblaciones, pero afortunadamente a mediados de los años 70 comenzó un nuevo periodo de prosperidad que duró hasta la primera década del siglo XXI y durante el que se mejoraron las infraestructuras y se rehabilitaron algunos de los edificios más destacados del centro histórico. Borja conserva una importante muestra de arquitectura del siglo XX: el Cine Teatro Cervantes construido por el Arquitecto Santiago Lagunas en 1946.
Historia
Origen. Siglo III a.C.
Siglo XII - XV
Siglo XVI - XVII
Siglo XVIII - XIX
Durante el siglo XIX protagoniza una importante recuperación, fruto en buena medida del incremento alcanzado en la producción del vino que desde aquí se exporta a los mercados europeos.