Colegiata de Santa María la Mayor

La actual Colegiata de Santa María de Alquézar es un templo gótico tardío levantado entre 1525 y 1532 a expensas de la iniciativa municipal por el arquitecto Juan de Segura. Es fruto de la remodelación de un templo anterior románico. En el siglo XVII este edificio fue alterado por deseo de la familia Lecina, que pagó la capilla de San Nicostrato en 1638, con yeserías mudéjares de gran importancia. Esta capilla guarda la talla de un Cristo románico del siglo XIII.

De la fábrica románica se conserva en parte el muro Sur y el atrio porticado que lo precedía, compuesto por cuatro arcos desiguales de medio punto, sostenidos a su vez por columnas pareadas y convertido posteriormente en un ala del pequeño claustro. Presenta seis capiteles de burda talla e inusual iconografía en la Península, en especial dos representaciones de la Trinidad, y escenas del Viejo y Nuevo Testamento como: la Teofanía de Mambré, la Asunción de la Virgen María, San Juan Bautista, la danza de Salomé, Adán y Eva delante del árbol del Bien y del Mal, Caín y Abel, santo obispo, el Buen Pastor y luchas de pájaros, cabezas de hombres y animales.

La iglesia es un edificio de una sola nave con tres tramos y un coro. Posee capillas entre los contrafuertes, siendo las del lado Norte más profundas. La nave está cubierta con bóveda estrellada. El acceso a la iglesia se realiza por la fachada Sur, a través de una portada gótica abierta en el claustro. Cuenta con doble arco conopial, truncado el inferior y ojival el superior y con un tímpano con la Virgen con el Niño entre ángeles músicos.

Se trabajó en la remodelación de este claustro durante los primeros años del siglo XIV. La remodelación general de la colegiata en ladrillo sustituyó el remate almenado por solanar al mismo tiempo que hace campanarios las torres.

Los muros del claustro se decoran a fines del siglo XV y principios del XVI con pinturas murales, que representan la infancia de Cristo, la Pasión, la Crucifixión y la figura de San Pablo.

La colegiata incluye en la parte alta del claustro un museo en el que se conservan diversas piezas litúrgicas, retablos, etc. En el archivo se guardan códices medievales y una gran colección de partituras de los siglos XVI a XVIII.