Castillo Palacio de Castarné

La villa de Castarné es de origen musulmán y se la cita por vez primera en el año 979. La reconquista de esta zona fue realizada por el conde Guillermo Isarno aunque después fue invadida por Sancho III el Mayor, siendo desde entonces territorio aragonés. Siglos más tarde fue posesión de la familia Valcabra y posteriomente de los condes de Ribagorza.

En esta localidad se construyó un castillo para su defensa, cuyas ruinas se sitúan en la parte alta de la población, en un extremo inexpugnable por dos de sus lados, el Este y el Sur. Es de planta rectangular de aproximadamente 7 por 7 metros, contaba con 3 plantas, con gruesos muros de mampostería y con un espacio interior de 47 m².

En la actualidad está bastante rebajado en altura. Su fábrica es de piedras irregulares y presenta en sus esquinas torreones, en los ángulos Este y Oeste, circulares, defendiendo los cuatro flancos, con diámetro interior de 2,20 metros, y una superficie de 3,8 m². El cubo situado junto a la puerta cuenta con un contrafuerte y con dos aspilleras una hacia el Norte y otra cegada al Sur, así como dos ventanas superpuestas.

La fachada principal presenta una puerta dovelada y defencida con dos aspilleras, en las jambas todavía se conservan los agujeros intramurales para la tranca de cerradura. La planta baja conserva las paredes enlucidas y ventanas propias del siglo XIX e incluso del XX.