Castillo de Tierga

Lugar cuyos orígenes se remontan a la época prerromana, después mantuvo su importancia durante el imperio y la dominación musulmana. La primera mención de esta fortaleza como lugar cristiano data de 1158, como propiedad del entonces obispado de Zaragoza. Pasó después por diversos propietarios y durante la amenaza castellana, en él se refugiaron los habitantes de la localidad. En el siglo XIV fue propiedad de los Luna, al igual que Mesones y Jarque, pasando después a los Urrea y posteriormente al conde de Aranda. Seguramente ya estaba abandonado y en ruinas, pero su destrucción fue casi completa al ser desmantelado por las tropas del archiduque Carlos  de Austria durante la guerra de Sucesión, en 1706.

Actualmente sus restos se componen de algunos muros de la muralla exterior, de mampostería, ya muy rebajados en altura y, en uno de los lados menores, el orientado hacia el Este, de un robusto paredón del mismo material, que debió pertenecer a una torre. Este tiene una altura exterior de unos 6 metros y presenta un hueco que pertenecería a una ventana. En el recinto interior del castillo se sitúa el depósito de agua de la localidad.