Castillo de Sora

La existencia del castillo de Sora de Castejón se remonta a los tiempos de Sancho Ramírez y en 1200, el monarca Pedro II lo recibió de Pedro de Aresa a cambio de Alcubierre. En 1243, Jaime I lo hipotecó a Artal de Luna junto con Luna y Castellar. Hacia 1300 pertenecía a los Luna y no salió de esta familia hasta que su alcaide, Mateo Puyades, lo entregó al rey tras la expatriación del conde don Fadrique en 1430. Dieciséis años antes fue prisión de la abadesa de Loarre, doña Violante de Luna, partidaria del conde de Urgel, don Jaime de Aragón. Este castillo pasó a dominio de los López de Gurrea, antepasados de los duques de Villahermosa. En 1547, el conde Alonso de Aragón y Gurrea hizo obras en el castillo, reforzando las fortificaciones y, seguramente, construyendo la actual torre del homenaje. 

El castillo se encuentra aislado sobre una plataforma a cierta distancia de la población. El recinto tiene forma triangular de unos 60 metros de lado adaptándose una estrecha meseta. Sus vértices estaban defendidos por torres cuadradas y dos de sus lados por profundos desniveles; uno de estos contaba incluso con una torre albarrana. El otro lado cuenta con una larga muralla con puerta de ingreso en arco, bien conservada y defendida con saeteras. 

En el centro del recinto se alza la torre del homenaje, de planta cuadrada y 12 metros de lado y con dos plantas interiores cubiertas con bóveda de medio cañón e iluminadas por ventanas con molduras de estilo renacentista mientras que la puerta de ingreso es en arco rebajado.