Castillo de Morillo de Monclús
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Morillo de Monclús se nombra por vez primera en 1102, en la Colección Diplomática de Pedro I. En 1364 Pedro IV de Aragón, lo vendió al Conde de Trastámara, Enrique. Estuvo también en posesión del Barón de Pallaruelo, señor de Formigales y en 1610 pertenecía a la Baronía de Monclús.
En la cota más alta de la población se asienta el castillo del que queda la torre. El conjunto debía componerse de varios edificios adosados. Quedan vestigios de una cerca que unía el castillo a la iglesia de San Cristóbal, que en su origen contaba con una torre fortificada de función defensiva.
La puerta de entrada al recinto es un arco de medio punto sobre el cual se abren dos ventanas. Dentro del arco se abre una puerta, donde se observan unas escaleras que llevarían al piso superior, hoy en estado ruinoso. No se puede definir como sería su remate ya que se encuntra muy rebajada en altura, perdiendo las plantas y techumbres.
Se conserva un lienzo de muralla de sillarejo grande. Hacia la mitad del muro abre un paso abovedado con cañón rebajado desde el cual se accede a la arruinada vivienda de los maestros y a la casa consistorial. Hacia el Sur forma un recinto abierto, convertido actualmente en era, desde el que se llega a la casa abadía que permanece en ruina parcial. En el lado opuesto hay una pequeña puerta tapiada en cuyo dintel se halla labrado el escudo de los Mur.
Historia
Construcción original. Siglo XIII
Declaración. Siglo XXI
Bibliografía relacionada
Morillo de Monclús se nombra por vez primera en 1102, en la Colección Diplomática de Pedro I. En 1364 Pedro IV de Aragón, lo vendió al Conde de Trastámara, Enrique. Estuvo también en posesión del Barón de Pallaruelo, señor de Formigales y en 1610 pertenecía a la Baronía de Monclús.
En la cota más alta de la población se asienta el castillo del que queda la torre. El conjunto debía componerse de varios edificios adosados. Quedan vestigios de una cerca que unía el castillo a la iglesia de San Cristóbal, que en su origen contaba con una torre fortificada de función defensiva.
La puerta de entrada al recinto es un arco de medio punto sobre el cual se abren dos ventanas. Dentro del arco se abre una puerta, donde se observan unas escaleras que llevarían al piso superior, hoy en estado ruinoso. No se puede definir como sería su remate ya que se encuntra muy rebajada en altura, perdiendo las plantas y techumbres.
Se conserva un lienzo de muralla de sillarejo grande. Hacia la mitad del muro abre un paso abovedado con cañón rebajado desde el cual se accede a la arruinada vivienda de los maestros y a la casa consistorial. Hacia el Sur forma un recinto abierto, convertido actualmente en era, desde el que se llega a la casa abadía que permanece en ruina parcial. En el lado opuesto hay una pequeña puerta tapiada en cuyo dintel se halla labrado el escudo de los Mur.