Castillo de los Entenza
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El castillo de Alcolea de Cinca es mencionado en las crónicas de al-Razí como uno de los castillos musulmanes que dependían del distrito de Lérida. Tras su reconquista cristiana perteneció al llamado como reino de Monzón, creado en 1089 y cuyos límites señaló Pedro I en junio de 1092. El castillo fue puesto en manos de diversos tenentes y persistió en esta situación hasta 1134. Perdido en manos almohades y vuelto a recuperar en 1141 por Ramón Berenguer IV se encomendó para su defensa y disfrute a la orden del Temple. Se sabe que en 1417 el duque de Gandía lo vendió a Alfonso V para que pudiese entregarlos a la infanta Isabel, esposa de Jaime de Urgel.
Sus restos se localizan sobre la falda de una montaña que protege la población y que está culminada por una gran cruz dedicada a Cristo Rey. Se conservan lienzos de murallas de sillería y gran longitud reforzadas por contrafuertes rectangulares, que sirve de muro de contención para los desprendimientos de tierra de la montaña. En su parte superior existe una plataforma de gran extensión, donde anteriormente se asentaba el castillo. En la parte baja de la muralla había sótanos y pasadizos ya cegados, que la tradición popular dice que comunican la iglesia de la villa y el palacio residencial del señor feudal.
Historia
Declaración. Siglo XXI, 2006-10-31
Bibliografía relacionada
El castillo de Alcolea de Cinca es mencionado en las crónicas de al-Razí como uno de los castillos musulmanes que dependían del distrito de Lérida. Tras su reconquista cristiana perteneció al llamado como reino de Monzón, creado en 1089 y cuyos límites señaló Pedro I en junio de 1092. El castillo fue puesto en manos de diversos tenentes y persistió en esta situación hasta 1134. Perdido en manos almohades y vuelto a recuperar en 1141 por Ramón Berenguer IV se encomendó para su defensa y disfrute a la orden del Temple. Se sabe que en 1417 el duque de Gandía lo vendió a Alfonso V para que pudiese entregarlos a la infanta Isabel, esposa de Jaime de Urgel.
Sus restos se localizan sobre la falda de una montaña que protege la población y que está culminada por una gran cruz dedicada a Cristo Rey. Se conservan lienzos de murallas de sillería y gran longitud reforzadas por contrafuertes rectangulares, que sirve de muro de contención para los desprendimientos de tierra de la montaña. En su parte superior existe una plataforma de gran extensión, donde anteriormente se asentaba el castillo. En la parte baja de la muralla había sótanos y pasadizos ya cegados, que la tradición popular dice que comunican la iglesia de la villa y el palacio residencial del señor feudal.