Castillo de la Corona

El castillo de La Corona es una fortificación construida al lado del río Riquel, seguramente después de la conquista de Ejea, figurando en los documentos Eximeno de Rada como tenente del castillo de El Bayo. En 1288 Alfonso III ordenó su aprovisionamiento debido a la inminente guerra con Navarra. Pocos años después, en 1296, pasó a los Urrea y en 1488 era de sus sucesores, los condes de Aranda.

Sobre una meseta se alza este conjunto de edificaciones, consistente en los restos de dos iglesias románicas más dos torres de planta cilíndrica en uno de los extremos. La iglesia conserva su ábside, poligonal al exterior y semicircular al interior, con algunos restos de capiteles. A su lado se observan los restos de otro edificio auxiliar, con bóvedas de cañón apuntado sostenidas por arcos.

La otra iglesia parece anterior, con portada y crismón sobre capiteles. A su lado se alza una torre cuadrada que serviría de campanario. Las torres son de sillería y su diámetro de 6 y 7 metros respectivamente, habiendo perdido ambas su remate. Las puertas de ingreso son, en arco semicircular con dovelas en una y con dintel curvado en otra, y ambas presentan una pequeña ventana rectangular sobre la puerta y estrechas saeteras. La más baja estaba dispuesta en dos plantas y pudo estar cubierta por cúpula de casquete a juzgar por los restos que presenta. La otra se organizaba en tres plantas asentadas sobre troncos las dos primeras y sobre rebaje en la pared la superior.