Castillo de Albentosa
El castillo ocupa la cumbre de un monte cercano a la población y únicamente accesible por el lado que mira a la población. Albentosa es una población de origen musulmán conquistada por los Templarios en 1175, concediéndoseles la encomienda en 1196 y posteriormente su propiedad en 1147.
En 1251 los monjes la cambiaron a Ximén Pérez de Arenós por unas alquerías en las cercanías de Valencia pero los vecinos de Teruel pleitearon por este cambio y lo ganaron, aunque no se respetó la sentencia. No obstante, años después, en 1271 Jaime I aprobó el dictamen y ordenó que siempre perteneciera a la ciudad de Teruel. En 1369 se puso en alerta por los conflictos entre Castilla y Aragón. En 1462 fue conquistada por Jaime de Aragón, que defendía la causa del príncipe de Viana, pero fue derrotado en 1464, siendo recuperadas todas sus conquistas.
El castillo contiene un recinto de planta cuadrangular de unos 35 metros de lado, sin torres exteriores y arrasado en su interior. Sólo se mantienen las murallas exteriores, de piedras irregulares unidas con argamasa, reforzada mediante cubos de forma redondeada de los que sólo se mantiene uno.
Durante la primera guerra carlista se modificó en parte dicho recinto y se instaló dentro del castillo un cuartel. En la actualidad todo el conjunto se encuentra muy modificado al servir como cementerio de la población, por ello el camino de acceso está delimitado por peironas con las estaciones del Via Crucis.
Historia
Declaración. Siglo XXI, 2006-08-19
Bibliografía relacionada
El castillo ocupa la cumbre de un monte cercano a la población y únicamente accesible por el lado que mira a la población. Albentosa es una población de origen musulmán conquistada por los Templarios en 1175, concediéndoseles la encomienda en 1196 y posteriormente su propiedad en 1147.
En 1251 los monjes la cambiaron a Ximén Pérez de Arenós por unas alquerías en las cercanías de Valencia pero los vecinos de Teruel pleitearon por este cambio y lo ganaron, aunque no se respetó la sentencia. No obstante, años después, en 1271 Jaime I aprobó el dictamen y ordenó que siempre perteneciera a la ciudad de Teruel. En 1369 se puso en alerta por los conflictos entre Castilla y Aragón. En 1462 fue conquistada por Jaime de Aragón, que defendía la causa del príncipe de Viana, pero fue derrotado en 1464, siendo recuperadas todas sus conquistas.
El castillo contiene un recinto de planta cuadrangular de unos 35 metros de lado, sin torres exteriores y arrasado en su interior. Sólo se mantienen las murallas exteriores, de piedras irregulares unidas con argamasa, reforzada mediante cubos de forma redondeada de los que sólo se mantiene uno.
Durante la primera guerra carlista se modificó en parte dicho recinto y se instaló dentro del castillo un cuartel. En la actualidad todo el conjunto se encuentra muy modificado al servir como cementerio de la población, por ello el camino de acceso está delimitado por peironas con las estaciones del Via Crucis.