Arqueta de Buira
Se trata de una arqueta-relicario o recipiente cuya funcionalidad fue guardar objetos religiosos, tesoros, pergaminos o algún objeto sagrado.
La estructura de la caja es de forma paralepipédica cerrada con una cubierta ligeramente abombada al exterior. Los cuatro ángulos están reforzados con placas metálicas, seguramente de latón, claveteadas y repujadas. La decoración de estas placas consiste en la repetición de una especie de corazón con un asterisco en el centro que se repite a modo de cenefa vertical. Sin embargo, estas placas no están completas, faltando algún fragmento en la parte inferior de todas ellas y buena parte de la placa posterior del flanco derecho. Conserva la cerradura original, así como el asa y las bisagras, de espléndido trabajo en forja, especialmente el asa. Ésta es ondulada y sus extremos superiores e inferiores simulan esquemáticas cabezas zoomórficas. Las argollas que la sujetan están rematadas por diminutas figuras de pájaros, también esquemáticos, sin embargo las del lado izquierdo han desaparecido. Las terminaciones de las bisagras y el cierre de la cerradura simulan cabezas de serpientes estilizadas. La cerradura tiene forma cuadrada con dos orificios, rematadas por una floreta abierta con un agujero en el centro para poderse clavar (sólo se conservan dos clavos indudablemente medievales).
Cada una de las caras de la arqueta y la tapa está decorada con relieves de estuco. El motivo reiterado es el águila, que se representa hasta ocho veces en relieve dorado y punzonado. Estas águilas aparecen con el pico pronunciado, las alas abiertas y las patas sinuosas que sostienen filacterias que contienen el anagrama IHS. Acompaña a estas aves un vistoso repertorio decorativo vegetal y animal en el que predomina el dorado subrayado especialmente por el fuerte contraste con un fondo azul con algún toque en rojo: pájaros, conejos, mariposas, ocas, perros, cigüeñas y diversas aves se reparten por los cuatro frentes y la cubierta, haciendo de esta pieza una bellísima obra de arte.
El interior de la caja está forrado con una tela de lino azul que parece ser de la época en la que se realizó la pieza.
Por lo tanto, se trata de una obra única, de interesante iconografía y cuidada ejecución técnica, que constituye uno de los más refinados ejemplos de arte gótico del siglo XIV en Aragón.
Historia
Siglo XIV
- Gótico
Siglo XX
Es propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón tal y como recoge el Razonamiento Jurídico Cuarto, punto 7, del Decreto de la Congregación para los Obispos de 8 de septiembre de 2005
Siglo XX
Declaración. Siglo XXI, 2011
Bibliografía relacionada
Se trata de una arqueta-relicario o recipiente cuya funcionalidad fue guardar objetos religiosos, tesoros, pergaminos o algún objeto sagrado.
La estructura de la caja es de forma paralepipédica cerrada con una cubierta ligeramente abombada al exterior. Los cuatro ángulos están reforzados con placas metálicas, seguramente de latón, claveteadas y repujadas. La decoración de estas placas consiste en la repetición de una especie de corazón con un asterisco en el centro que se repite a modo de cenefa vertical. Sin embargo, estas placas no están completas, faltando algún fragmento en la parte inferior de todas ellas y buena parte de la placa posterior del flanco derecho. Conserva la cerradura original, así como el asa y las bisagras, de espléndido trabajo en forja, especialmente el asa. Ésta es ondulada y sus extremos superiores e inferiores simulan esquemáticas cabezas zoomórficas. Las argollas que la sujetan están rematadas por diminutas figuras de pájaros, también esquemáticos, sin embargo las del lado izquierdo han desaparecido. Las terminaciones de las bisagras y el cierre de la cerradura simulan cabezas de serpientes estilizadas. La cerradura tiene forma cuadrada con dos orificios, rematadas por una floreta abierta con un agujero en el centro para poderse clavar (sólo se conservan dos clavos indudablemente medievales).
Cada una de las caras de la arqueta y la tapa está decorada con relieves de estuco. El motivo reiterado es el águila, que se representa hasta ocho veces en relieve dorado y punzonado. Estas águilas aparecen con el pico pronunciado, las alas abiertas y las patas sinuosas que sostienen filacterias que contienen el anagrama IHS. Acompaña a estas aves un vistoso repertorio decorativo vegetal y animal en el que predomina el dorado subrayado especialmente por el fuerte contraste con un fondo azul con algún toque en rojo: pájaros, conejos, mariposas, ocas, perros, cigüeñas y diversas aves se reparten por los cuatro frentes y la cubierta, haciendo de esta pieza una bellísima obra de arte.
El interior de la caja está forrado con una tela de lino azul que parece ser de la época en la que se realizó la pieza.
Por lo tanto, se trata de una obra única, de interesante iconografía y cuidada ejecución técnica, que constituye uno de los más refinados ejemplos de arte gótico del siglo XIV en Aragón.
Historia
Siglo XIV
- Gótico
Siglo XX
Es propiedad del Obispado de Barbastro-Monzón tal y como recoge el Razonamiento Jurídico Cuarto, punto 7, del Decreto de la Congregación para los Obispos de 8 de septiembre de 2005