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Se amplía la declaración de Bien de Interés Cultural a la totalidad de la Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte ha ampliado la declaración, que hasta ahora solo afectaba a la capilla de los Corporales

08/02/2022

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Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales, Daroca. Foto: Archivo fotográfico del Gobierno de Aragón

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El Departamento de Educación, Cultura y Deporte ha modificado la declaración de Bien de Interés Cultural de la capilla de los Corporales de Santa María de Daroca (Zaragoza), ampliándola a la totalidad de la Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales. Así lo aprobó el Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés el pasado 26 de enero, al considerar que esta figura de protección es la que mejor se adapta a los valores culturales de dicho edificio, que resulta ser uno de los monumentos más singulares de Daroca, con distintas fases constructivas que van desde el siglo XIII al siglo XVI y donde destaca la capilla de los Corporales. El decreto que recoge esta ampliación se publica en el Boletín Oficial de Aragón del día 8 de febrero de 2022.

La Ley de Patrimonio Cultural Aragonés señala, en su artículo 15, respecto de los Bienes Inmuebles de Interés Cultural que su declaración comprenderá cuantos elementos puedan considerarse consustanciales con la construcción y formen o hayan formado parte de ella o de su entorno, e indica que la declaración de un bien de interés cultural inmueble incluirá los bienes muebles que se señalen como parte integrante del mismo. Igualmente establece que dicha declaración afectará al entorno del bien, cuya exacta delimitación deberá contenerse en la propia declaración.

La Colegiata

La Colegiata de Santa María de los Sagrados Corporales de Daroca (Zaragoza) es sin duda el edificio más emblemático de la localidad, fruto de sucesivas transformaciones históricas, que es posible resumir en tres fases constructivas principales.

La primitiva iglesia románica fue construida, tras la reconquista de la ciudad por Alfonso I El Batallador en 1120, sobre la mezquita mayor de la medina musulmana, aunque probablemente las obras no comenzaron hasta principios del siglo XIII. El primitivo templo constaba de tres naves, cabecera con tres ábsides, crucero sin desarrollar en planta y cuatro pilares centrales, cerrando el edificio con la desaparecida Puerta Mayor, situada en el tramo anterior a la actual Puerta del Perdón. De esta fábrica se conserva el ábside central románico con su típico remate exterior de arquillos ciegos y modillones.

A lo largo del siglo XIII y principalmente en el siglo XIV, el templo gótico se desarrolló como resultado de la ampliación del templo románico, tras sobre elevar la nave central sobre las laterales y añadir un tramo a los pies. En este momento, se construyó el claustro adosado a la nave norte (1282) y el nuevo acceso a los pies denominado Puerta del Perdón (siglo XIV).

En 1377 un decreto del arzobispo de Zaragoza elevó la parroquia a colegial, gracias a la fama y devoción de los Sagrados Corporales.
Ya en el siglo XV se acometieron las obras de revestimiento de sillería de la torre sobre el posible alminar de la antigua mezquita o un anterior campanario mudéjar (1444) y se llevó a cabo la mayor parte del excepcional conjunto decorativo de la Capilla de los Corporales, situada en el antiguo ábside central de la iglesia románica.

En el siglo XVI, gracias a las trazas de Maese Domingo y a la intervención del maestro de obras Juan Marrón, se cambió la orientación de la iglesia dando lugar al actual templo renacentista con planta de salón orientado según eje norte-sur, para lo cual se derribó el claustro, conservando de la antigua iglesia medieval el ábside románico, una ventana del crucero, la moldura del lado del Evangelio, la Puerta del Perdón y las torres de ladrillo y piedra, quedando la Capilla de los Corporales ubicada en el lado de la Epístola.

El actual edificio consta de tres naves de cuatro tramos cada una, siendo la central más amplia que las laterales, con bóvedas de crucería estrellada y capillas adosadas entre los contrafuertes, cabecera de testero recto y crucero no acusado en planta. El crucero está cubierto con una original cúpula elíptica sobre pechinas con linterna de planta octogonal.

A comienzos del siglo XVII se abre un nuevo acceso a los pies de la nave central, la denominada Puerta Nueva (1603), y se construye la sacristía.

En su interior destaca la Capilla de los Corporales declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, donde se conservan las Formas Sagradas del supuesto milagro, la cual se ubica en el segundo tramo empezando por los pies de la actual fábrica renacentista de la Colegiata. Este tramo corresponde al ábside central de la primitiva construcción románica.

La ubicación de los Corporales en esta capilla tuvo lugar en el siglo XV, después de las reformas góticas del templo. Poco antes se había decorado el ábside con pintura mural gótica realizada en 1377 por Enrique de Bruselas, hoy oculta en parte por añadidos posteriores.

El espacio se divide en tres partes. La primera es la nave de los fieles, de planta cuadrada y cubierta por una bóveda de crucería estrellada, donde se observan en los muros laterales, a modo de retablo escultórico, dos conjuntos en yeso realizados por Juan de Talavera en 1484. En el segundo tramo o presbiterio se ubica una gran estructura de influencia flamenca, denominada jubé, que delimita un pequeño espacio dividido en tres calles. El presbiterio presenta relieves decorativos alusivos al Milagro de los Corporales, tanto los muros laterales como el frente, que fue reformado en el S.XVIII para abrir un óculo que permitiese la visión y veneración de las Sagradas Formas custodiadas e el camarín barroco abierto en la zona posterior, que suponen el tercer espacio de la capilla.

Dentro de la Colegiata destaca el baldaquino barroco (1677), inspirado en el de San Pedro de Roma, que consta de cuatro columnas salomónicas de mármol negro y acoge el grupo escultórico de la Asunción de Virgen que preside el altar mayor.

El resto de las capillas atesoran un importante conjunto de retablos realizados entre los siglos XIV y XVIII, entre los que destacan el de San Miguel o el de la Capilla del Patrocinio. Obra destacada es también sin lugar a dudas la caja gótica (finales del siglo XV) del órgano situado sobre el coro de la cabecera.

La fábrica exterior del edificio, tal y como ha llegado hasta nuestros días, destaca por la rotundidad de sus volúmenes, la calidad de su sillería y la presencia de sus dos monumentales portadas: la del Perdón en su frente occidental y la Puerta Nueva en su frente meridional.

A partir de la década de los años 60 se acometieron una serie de intervenciones en el templo entre las que destacan las siguientes:

  • Intervención de Teodoro Ríos Balaguer, 1960. Sustitución de la cubierta.
  • Intervención de Antonio Chóliz Alcrudo, 1962. Restauración.
  • Primera intervención en la época democrática, Julio Palacios-Diaz, 1986.
  • Intervenciones de Javier Ibargüen y Fernando Aguerri, 1987-1997.
  • En 2001 se acometió la rehabilitación de la iglesia para albergar el museo.
  • Entre el 2005 y el 2006 se restaura el órgano de la Iglesia Colegial.
  • En el año 2016 se presenta el proyecto de la reparación de las bóvedas de la Colegiata.

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