Castillo de Monclús
Junto al embalse de Mediano sobre un pequeño montículo quedan los restos del antiguo castillo de Monclús, al que se accede cruzando la presa de Mediano en dirección norte por un antiguo sendero que llevaba a Palo y a Arasanz de Cinca.
El castillo de Monclús tuvo una finalidad fronteriza y se le conocen muchos tenentes. En 1288 en él estuvo prisionero el príncipe de Salerno, hijo de Carlos de Anjou, hasta que fue trasladado a Mequinenza. Juan II lo vendió a Rodrigo Rebolledo de Palafox y en 1488 fue ocupado por Antonio de Mur tras sofocar una revuelta contra el señor de Monclús. El castillo fue derribado en 1519 por los aldeanos a modo de rebelión.
Está asentado sobre un cerro, adaptándo sus escasos vestigios al irregular monte. Es un conjunto fortificado perfectamente adaptado al terreno, de planta poligonal y dos torreones ultrasemicirculares. La obra original data del siglo XI, de la cual quedan muy escasos restos. Una segunda fase constructiva trajo consigo la ampliación de la superficie del baluarte, de disposición claramente triangular, y la construcción de dos torres cilíndricas en la muralla. De esta fase subsiste el cuerpo más bajo del torreón Sur, con fábrica de de tamaño muy variado y planta ultrasemicircular. En la actualidad solo puede observarse la base de una torre, y las pocas ruinas quedan bajo la vegetación, requiriendo de una intervención arqueológica para su estudio e investigación.
La reforma principal data de 1488 y afectó al flanco Norte, en el que se construyó un torreón nuevo, sólido y amplio, de unos 5 m. de diámetro. Poseía aspilleras de gran luz interior, entre 1,5 m. y 1,6 m., cubiertas con dos dinteles escalonados. La puerta de ingreso se dispuso sobre el cortado Este.
Historia
Construcción original. Siglo XI
Declaración. Siglo XXI
Bibliografía relacionada
Junto al embalse de Mediano sobre un pequeño montículo quedan los restos del antiguo castillo de Monclús, al que se accede cruzando la presa de Mediano en dirección norte por un antiguo sendero que llevaba a Palo y a Arasanz de Cinca.
El castillo de Monclús tuvo una finalidad fronteriza y se le conocen muchos tenentes. En 1288 en él estuvo prisionero el príncipe de Salerno, hijo de Carlos de Anjou, hasta que fue trasladado a Mequinenza. Juan II lo vendió a Rodrigo Rebolledo de Palafox y en 1488 fue ocupado por Antonio de Mur tras sofocar una revuelta contra el señor de Monclús. El castillo fue derribado en 1519 por los aldeanos a modo de rebelión.
Está asentado sobre un cerro, adaptándo sus escasos vestigios al irregular monte. Es un conjunto fortificado perfectamente adaptado al terreno, de planta poligonal y dos torreones ultrasemicirculares. La obra original data del siglo XI, de la cual quedan muy escasos restos. Una segunda fase constructiva trajo consigo la ampliación de la superficie del baluarte, de disposición claramente triangular, y la construcción de dos torres cilíndricas en la muralla. De esta fase subsiste el cuerpo más bajo del torreón Sur, con fábrica de de tamaño muy variado y planta ultrasemicircular. En la actualidad solo puede observarse la base de una torre, y las pocas ruinas quedan bajo la vegetación, requiriendo de una intervención arqueológica para su estudio e investigación.
La reforma principal data de 1488 y afectó al flanco Norte, en el que se construyó un torreón nuevo, sólido y amplio, de unos 5 m. de diámetro. Poseía aspilleras de gran luz interior, entre 1,5 m. y 1,6 m., cubiertas con dos dinteles escalonados. La puerta de ingreso se dispuso sobre el cortado Este.